martes, 30 de septiembre de 2008

Libro: PROYECTO A.E. CAPÍTULO 20

CAPÍTULO 20 ENCARCELADOS.

Aquel contratiempo daba al traste con todos sus planes. En la fría celda, apoyado en los barrotes, López veía como su futuro se iba a la mierda. Los policías que lo habían interrogado no resultaron muy cordiales y menos cuando se acogieron a la 5ª enmienda. Se ve que se tomaban muy mal que cayera alguno de los suyos, y en el tiroteo habían muerto 3 polis y otro par quedó herido. Eran buenos sus hombres –pensó-. Aunque hombres le quedaban sólo tres y dos eran mujeres. Así que no era el término literal más adecuado. De repente, un recuerdo asaltó su mente. ¡Se había olvidado de los pilotos! Girándose hacia los demás, que se encontraban sentados en las literas preguntó:

- Ortiz, ¿aún tienes el implante?

- ¿Se refiere al de emergencia señor?

- Claro, ¿a cual si no? Estuviste en el ejército, os lo ponen a todos.

- Se sorprendería de la cantidad de esos chismes que nos ponen bajo la piel durante el servicio militar. Cuando lo dejas o acabas te ofrecen quitártelos o vivir con ellos. Dicen que no son nocivos, aunque yo no me lo creo del todo.

- Muy bien, pero eso no viene a cuento ahora. Necesito que actives el de emergencia Ortiz. Tendrá el alcance necesario.

- Señor, aunque lo active, ni siquiera el ejército de ahora puede descifrar la señal. No es de esta era. ¿De qué serviría?

- Piensa un poco. Nuestro avión es de diseño militar. Digamos que traen los decodificadores de serie. La señal llegará a nuestros compañeros y podrán sacarnos de aquí. Actívalo.

Ortiz se levantó de la litera y puso dos dedos de la mano derecha en su cuello. Se dio varios golpecitos fuertes y secos. Acto seguido un ligero bulto asomó en la piel. Cogiéndose la “protuberancia” la oprimió con fuerza y un morado apareció en la zona afectada, así como una lucecita parpadeante de color amarillo.

- Señal activada señor – comentó Ortiz con ojos llorosos por el dolor-

- Perfecto. Recemos para que Pablo y León sepan tomar las medidas adecuadas.

- Señor –dijo una mujer fornida- ¿Cree que lo conseguiremos? No me apetece pasarme el resto de mi vida en una época que no es la mía y mucho menos encerrada.

López la miró. Después, en un arrebato de sinceridad dijo:

- Yo tampoco quiero quedarme en esta pocilga Vanesa. Tengo un futuro provechoso planeado. Más vale que funcione o estaremos jodidos.

- ¡Eh vosotros! No se os ha dado permiso para hablar – exclamó el poli de guardia-

- Se le ve nervioso agente. ¿Tienen acaso algún problema grave? – preguntó la otra chica del grupo burlándose-

- ¿Algún problema grave dices, zorra? Te has cargado a varios polis. Aquí quien tiene los problemas graves eres tú. Hasta el lunes no vendrá el furgón a recogeros y de aquí a entonces pueden ocurrir muchas cosas. Por ejemplo, algún que otro accidente.

- ¡Oooh, que valiente! Podría partirte ese cráneo como si fuera un huevo capullo y no me despeinaría – contestó con ironía la chica-

El guardia fijó sus ojos en los de ella con una rabia contenida a duras penas. Parecía que estuviera a punto de abrir la celda y entrar a partirle la cara a porrazos.

En ese instante un grito los sobresaltó a todos. Ortiz, con los ojos desorbitados y los músculos en tensión se agarraba el cuello con las manos mientras caía arrodillado. Las mujeres se agacharon para ayudarlo.

- ¿Qué le ocurre? ¿Un ataque al corazón quizás? – preguntó divertido el poli- Seria una lástima porque en este momento las líneas están “misteriosamente” cortadas. No podría llamar a una ambulancia.

Pero nadie hizo caso del comentario. López se había acercado a Ortiz, que seguía en tensión y con una mueca de dolor.

- ¿Qué ocurre? – preguntó-

- ¡Res-res-respuesta se-señorrr. Impulso-so eléctri-tri-co. Aaaaarg, Dios!

- ¿Qué significa eso, joder?

- Señor – contestó Vanesa- Significa que han recibido la señal y en respuesta envían un impulso eléctrico. Es doloroso, pero no mortal. En cuanto acabe se repondrá. El tiempo que dure en minutos marcará el tiempo que tardarán en venir. Cada minuto es una hora.

- Lo vuestro es crónico. ¡Estáis como una puta cabra! – se oyó decir al guardia mientras se alejaba por el pasillo de celdas-

Los gritos habían cesado. Temblando y respirando con fuerza, pero más relajado. Ortiz sudaba copiosamente y las chicas lo ayudaron a tumbarse en uno de los camastros.

- Y bien, ¿cuánto tiempo ha sido?

- Unos 7 minutos señor – contestó Yurena, la otra chica del grupo- , es decir unas 7 horas.

- No podía ser mejor. Creo que han pensado que el momento idóneo para sacarnos de aquí es durante los apagones – dijo López-. Los polis no sabrán ni qué los habrá golpeado. Eso los que se queden, porque los demás estarán muy ocupados intentando detener los primeros saqueos y altercados.

- Se va a organizar una buena ahí fuera. He leído mucho en los holo-libros de historia y consultado diversos holo-documentales – comentó la chica más fornida-

- Tranquila. Nos desharemos de quien se nos ponga por delante. No podemos permitirnos el lujo de fallar esta vez. Aún tenemos una cuenta pendiente con Max y los otros.

Y resolviendo que ya nada quedaba por hablar, se echaron a descansar. Ortiz cayó rendido el primero, seguido de las dos féminas. En cambio López no dormía. En su mente tenía demasiadas cosas. Imaginaba una y otra vez su venganza sobre aquellos que tantos problemas le habían dado. Y en sus pensamientos, poco a poco el cansancio dio paso a los sueños.

Proyecto A.E. copyright © Airam Noda Gómez

Libro: PROYECTO A.E. CAPÍTULO 19

CAPÍTULO 19. EL VIAJANTE.

El piso estaba en silencio. Aún así Max entró sigilosamente pegado a una de las paredes del pequeño pasillo mientras Sara y Ross esperaban en el umbral, muy atentos al interior. Vieron como Max alongaba la cabeza por una de las primeras puertas y les hacía señas para que se acercasen. Se asomaron a un salón bien decorado y con lo último de aquella época en sistema Home Cinema, incluido un televisor HD1080. Era evidente que Parker no seguía la norma de pasar desapercibido y vivir con humildad. Max siguió adelante hacia la puerta del otro extremo, siempre en silencio, metiéndose en otro pasillo que daba a otra serie de puertas. Dejando a sus compañeros en el salón, fue asomando la cabeza por cada una de ellas, abriendo lo más cautelosamente posible las que estaban cerradas. Cocina, baño, dormitorio y ni rastro de Parker. Pero gracias a Dios, tampoco de López ni sus secuaces. Resignado y aliviado a la vez volvió al salón y se llevó una sorpresa. Sara y Ross estaban pálidos, mirando hacia un extremo de la habitación. Max dirigió su mirada hacia allí según entraba.

- ¿¡Pero qué!? – exclamó-

- Tranquilícese Max – dijo el hombre que se encontraba de pie, con una especie de arma en la mano con la que apuntaba a sus compañeros- No voy a hacerles daño. Sean tan amables de sentarse en el sillón –comentó con un gesto de invitación-

Incrédulo Max hizo lo que les decía. Una vez sentado volvió a hablar.

- ¿Qué hace aquí? – preguntó exaltado Max-.

- Todo a su tiempo, ahora me explicaré. Con un gesto rápido, se guardó el “arma” en una especie de cartuchera situada bajo su chaqueta. Luego, con tranquilidad, se acercó una silla y se sentó en frente de sus expectantes interlocutores.

- Usted no es taxista.

- Muy evidente Max.

- ¿Cómo sabe mi nombre?

- Sé muchas cosas sobre ustedes. Como que sus identidades actuales son falsas.

- Es del F.B.I. – afirmó Ross-

Una fuerte risa emergió de su boca asustándolos, aunque no fue una risa de burla.

- No Ross, no soy del F.B.I. , al igual que vosotros soy mucho más de lo que aparento.

Los tres se quedaron serios al oír esa última frase y miraron al hombre con creciente curiosidad.

- Vosotros – continuó- , sois los pioneros de una tecnología asombrosa, capaz de grandes maravillas pero también de crear el caos. El tiempo es una hebra muy delicada. Como cualquier otra fuente de poder, en las manos equivocadas puede convertirse en un peligro. Yo soy un “viajante”. Habemos muchos. Nuestro cometido es estudiar los acontecimientos más notables de la historia de la humanidad. En fin, todos los sucesos trascendentales han sido estudiados y observados con gran interés. Por desgracia las guerras han sido los eventos más repetidos en la historia de la humanidad.

- Así que sois seres de otro planeta -afirmó el paleontólogo- Alienígenas.

- Nuevamente el hombre rió. No Ross, tampoco somos seres de otro planeta. Eso, amigo mío, fue la mejor tapadera que pudimos inventar. Por desgracia, no podemos controlar todo, siempre hay errores. Por ejemplo el sistema de camuflaje de nuestras naves se ha estropeado alguna que otra vez o algún viajante se ha querido divertir dejando al descubierto el vehículo en que viajaba. No estamos exentos de pecado. Aún no conocemos la existencia de vida en otros planetas y eso que hemos visitado unos cuantos. Somos tan humanos como vosotros.

- ¿Así que son humanos viajando en platillos volantes? – la pregunta de Sara los cogió desprevenidos-

- No exactamente. Como comprenderás, el sistema de camuflaje no sólo consta de una invisibilidad al espectro de la luz, como recientemente habéis desarrollado en vuestra era. El nuestro tiene un segundo nivel. Una tecnología difícil e innecesaria de explicar. Baste decir que si falla el camuflaje primario, consigue distorsionar la imagen percibida desde fuera. ¿Por qué crees que todas las fotos de ovnis salen borrosas o parecen platillos volantes? Lo hicimos creer así para despistar. Por paradojas del destino nosotros mismos somos los famosos ovnis. Una cuestión que no deja de ser harto interesante.

- Así que soy viajeros del tiempo – sentenció Max- .Estudiosos de la historia pero en vivo.

- Sin duda. No nos diferenciamos mucho de vosotros, aunque ciertamente estamos un poco más evolucionados. Solemos alcanzar más altura y sobrepasamos la barrera de los 120 años. Lo cual es más engorroso en vuestra época, pero en la nuestra con los distintos avances en la ciencia, llegamos a esa edad casi frescos como una rosa.

- Entonces estás aquí para estudiarnos por habernos perdido en el tiempo.

- Una vez más siento decirte que te equivocas Ross. Estoy aquí para estudiar las primeras revueltas de la 2ª Guerra Civil Norteamericana. Como sabéis, mañana mismo acontecerán los primeros apagones. Luego caerán todos los sistemas y al día siguiente comenzarán los saqueos, alborotos y demás actos que se extenderán poco a poco por esta tierra de locos. Encontraros a vosotros ha sido una sorpresa y una casualidad enormes. En los archivos no consta que los creadores del viaje en el tiempo hubieran visitado este punto de la historia. Imaginaos mi sorpresa cuando Max subió a mi taxi. Tenemos archivos relacionados con vosotros y vuestras caras no nos son desconocidas. Aún así no pude creérmelo del todo hasta que le tendí una pequeña trampa verbal a Max y se descubrió como conocedor de los acontecimientos que están por llegar. Bueno, ya os he explicado lo que sé y quién soy, ahora si sois tan amables, me gustaría saber lo que ha ocurrido con vosotros.

Durante horas y como pudieron, le fueron explicando toda su aventura. El viaje al Cretácico, la traición, el rayo…todo. Cuando llegaron al tema de lo que los miembros del TET 5 sacaron de la tierra, el A.E. el semblante del interesado viajante cambió, poniéndose muy pálido.

- Si no he entendido mal – comenzó a decir muy serio- sacaron algo del suelo y sospecháis que está relacionado con lo que visteis en sus archivos. ¿Estáis seguros que ponía A.E.?

- Tú sabes lo que es, ¿verdad? – preguntó Sara-

- Sí Sara, sé lo que es. Es algo muy peligroso si se pone en las manos equivocadas. Y por lo que conozco y me contáis de Fleitas, está en las peores manos. Ya en la historia consta como un hombre propenso a ambicionar cosas que no le pertenecen, aparte claro de dirigir el Proyecto Wells, precursor del viaje en el tiempo. En su vida consta que realizó grandes “hazañas” en proyectos secretos. Que se sepa, fue el primero en pisar Marte, por ejemplo.

El grupo lo miró sorprendido e incrédulo.

- ¿Cómo dices? – preguntó Máx sin poder contener una sonrisa de escepticismo-

- Fue Jerry Williamson quien lo hizo – afirmó Ross-

- Nuevamente te equivocas. Oficialmente sí, fue él quien pisó Marte. Extraoficialmente hubo un proyecto anterior, guardado en secreto, en el que empresas privadas financiaron un viaje a Marte. Nunca hemos sabido exactamente que hicieron allí ni por qué se guardó en secreto. No consta en ningún archivo. Otros viajantes saltarán o habrán saltado ya, según como se mire, a ese punto. Era uno de los muchos saltos programados en el año del que vengo. Nuestra colonia en Marte facilitará el traslado de los viajantes. Lleva ahí siglos. La construimos en los albores de la historia, cuando la Tierra aún estaba gestándose. Después de los primeros saltos al pasado más lejano se decidió crearla como base de operaciones. Es un búnker subterráneo, indetectable por vuestra tecnología. No está habitada normalmente, solo se utiliza cuando se va a producir un salto que requiera cierto alejamiento, sobretodo durante la época en que éste planeta sólo era una masa de fuego. Por cierto –añadió- vuestros primeros TET son parte ya de nuestra historia. Tenemos grabadas sus apariciones e inmediatas destrucciones por la lava. Yo mismo hice la grabación. Fueron los iniciales pasos hacia lo que nosotros hacemos ahora.

- Disculpa – inquirió Sara- pero nos hablabas del secreto proyecto en Marte. Estaba Fleitas metido. ¿No sabéis por qué ni para qué fue allí?

- No estamos seguros del todo. Sospechamos que encontraron algo, puede que descubrieran nuestro búnker, no lo descartamos. Eso sólo nos lo dirán mis compañeros viajantes cuando regresen a mi tiempo.

- Bueno, pues está claro que puede tener relación con los planes que Fleitas lleva entre manos y que incluyen el A.E. ¿Qué tipo de arma es? – preguntó Max-

- ¿Arma? – el viajante se sorprendió-

- Bueno, tú has dicho que en malas manos sería muy peligroso, así que suponemos que es un arma – explicó Ross-.

- Cierto, pero no dije que fuera un arma. Atañe otros peligros, quizás alguno insospechado, pues su uso indebido podría alterar la historia. No puedo contaros más, ya bastante os he contado por la situación tan inusual que estáis viviendo. Baste con decir que no es nada bueno lo que está pasando y es mi deber informar a mis superiores de éstos acontecimientos. Partiré hacia mi propio tiempo cuanto antes. Vosotros podéis quedaros en esta dirección, - les tendió un papel y unas llaves- Estaréis a salvo. En cuanto vuelva vuestro amigo y quedéis con los demás id allí. Yo regresaré cuando ocurran los primeros apagones mañana. No os mováis hasta que vuelva.

- Está bien –dijo Max-. Por cierto, aún no nos has dicho tu nombre. ¿O eso también has de mantenerlo en secreto?.

Una sonrisa asomó en la cara del viajante.

- Me llamo Trisón. Sé que os suena raro, pero los nombres han cambiado mucho desde vuestra era. Por si os lo preguntáis, que deduzco que sí, procedo del año 2152.

Y despidiéndose con la mano, se encaminó fuera del salón hacia la puerta de la calle, dejando a los tres compañeros asimilando toda la información adquirida en esas horas.

Proyecto A.E. copyright © Airam Noda Gómez

Libro: PROYECTO A.E. CAPÍTULO 18

CAPÍTULO 18. LA CONVERSACIÓN.

La figura se fue alejando del armario y acercándose a Fleitas. Éste, que se había levantado de su cómodo sillón intentó retroceder hacia la puerta.

- Ah, ah, Sr. Fleitas, no irá a ningún sitio.

El arma que brillaba en la mano del intruso le hizo pararse en seco. Comenzó a sudar.

- Y qué – preguntó con nerviosismo- , ¿vas a matarme?.

- Puedes estar seguro. Pero aún no. Quiero saber qué es el A.E. Sí, no me mires así, deduzco que es este aparato que brilla sobre tu mesa. Pero lo que no he averiguado es para qué sirve ni que hacía en la prehistoria.

- Eso amigo mío, es el futuro y a la vez es el pasado. Un futuro que ni tu mente puede asimilar. Un pasado que ni tus sueños más locos pudo descifrar. Algo que me hará gobernante de un mundo nuevo. Un mundo a mi imagen y semejanza.

El intruso quedó un rato en silencio. En su mente sólo pasó un fugaz pensamiento: está loco.

- ¿De qué hablas? ¿De tanto maquinar has terminado por perder la cabeza?

- Si. Esa es exactamente la conclusión a la que llegaría cualquier necio. Y tú “amigo mío” has sido un necio desde el principio. Siempre has creído trabajar en un proyecto que revolucionaría el mundo pero en realidad trabajabas para mis propios fines. Un elaborado plan que comenzó a gestarse en mi juventud, cuando descubrí la verdad.

- ¿Qué verdad? – preguntó la figura con sorna-

- La verdad universal, aquella que explica el sentido de la vida. Mientras que todos no hacéis más que preguntaros por ese sentido, mientras buscáis la existencia de un ser o una entidad superior, yo hace años que conozco ese sentido. Hace años que descubrí el gran secreto de Dios. Y ese secreto cambiará mi vida para siempre. Yo estoy destinado a dominar toda existencia, destinado a ser rey, guía, profeta…yo, maldito idiota ignorante, estoy destinado a ser Dios.

La figura quedó muda de nuevo unos segundos, intentando sacarle un sentido a aquellas palabras sin sentido. Se había vuelto loco – pensó-, y sin embargo no veía rastro de locura en su mirada, sólo euforia. Estaba desconcertado. Sin bajar el arma miró a Fleitas y en un acto desesperado porque le hablase claro de una vez se acercó a él y le puso el arma en el pecho.

- Déjate de acertijos y rodeos. Dame una respuesta que pueda entender o…

- O qué. ¿Me matarás? Lo vas a hacer de todos modos, así que si quieres saber la verdad no puedes matarme -dijo apoyándose en su mesa- y si te da igual saberlo acaba ya. Pero te sugiero que elijas tu opción rápidamente, porque dentro de nada – y una sonrisa asomó en sus labios- , ya no tendrás ninguna.

Como si de una profecía se tratase se abrieron las puertas del despacho y el intruso, con cara de asombro apuntó hacia el umbral. Dos guardias del TET lo apuntaban con sus armas.

- Mala suerte, no has elegido con suficiente rapidez – dijo Fleitas con sobrada satisfacción-.

- ¡Esto no se ha acabado! – exclamó el intruso con odio en los ojos-.

- En eso te doy toda la razón. Aún no voy a matarte. Primero vamos a averiguar cómo has vuelto y dónde se encuentran los demás. No puedo dejar ningún cabo suelto. No pienso llevarme más sorpresas desagradables.

Los guardias – que se habían acercado al intruso - le quitaron el arma y acto seguido le pusieron las esposas magnéticas. Fleitas volvió a rodear la mesa para sentarse en su sillón y antes de que se lo terminaran de llevar a rastras concluyó:

- Por cierto Max… como vas a tener tiempo de resolver acertijos antes de que te torturemos, te daré uno más.

Y levantando el extraño objeto romboide que aún se sostenía sobre una de sus puntas y fijando la mirada en la luz del interior, que le iluminaba el orondo rostro, exclamó con forzada teatralidad una frase:

- ¡El hombre –hizo una pequeña pausa- es Dios!

Y Max sintió entonces como lo arrastraban hacia el pasillo, el cual se iluminaba por tramos al detectar su presencia.

Proyecto A.E. copyright © Airam Noda Gómez

domingo, 28 de septiembre de 2008

Cuatro Vidas.

En primer lugar remarcar que este fin de semana hemos visto 3 películas de cartelera en el sillón de casa. Sin embargo sólo he visto la necesidad de extenderme en una.

Babylon A.D. ha resultado un poco decepcionante y aunque el argumento tiene su cosa y tiene sus momentos visualmente hablando, el final me ha resultado algo flojo o poco impactante a pesar de que pretendan que lo sea. La mayor sorpresa ha sido encontrarme un to be continued..., cosa que no recuerdo yo que se utilice desde Regreso al Futuro. Así que hay intenciones claras de hacer mínimo una más.

Trophic Thunder me ha dejado bastante indiferente la verdad. Tanto éxito que tuvo en EEUU y esas semanas número uno en taquilla desbancando a El Caballero Oscuro debo decir que a mí no me han sido justificadas. La película no tiene nada de especial. Hay referencias a películas bélicas mediante parodia, otro tanto sobre Hollywood, golpes que no son especialmente graciosos y trasfondo humano simplón y por momentos tonto. Ni el hecho de ver a Tom Cruise caracterizado y haciendo el gilipollas tiene gracia (¿si no la tuvo en la vida real por qué iba a ser diferente en la ficción?).

Ahora sí, llegamos al plato fuerte. Cuatro vidas o The Air I Breathe (El Aire Que Respiro, ole tu gracia doblador de títulos, porque ni siquiera el elegido hace referencia justa al film, ya que son más de cuatro vidas las que se manejan. Viva España). En fin. No esperaba nada concreto de ésta película pero he quedado notablemente sorprendido.

En ella nos presentan a una serie de personas que por diversos motivos están ligados unos con otros y se cruzan sus vidas de un modo u otro. Es un drama pero a la vez trata de la esperanza y el amor. También hay un leve y significativo toque fantástico. Se tocan la casualidad, el destino y la causalidad (no confundir con lo primero, esto viene de causa y efecto). Hay que verla, porque explicar un sólo detalle de la peli puede chafarla y no quisiera hacerle eso al que esté interesado.

Los actores, que como véis en el cartel van desde auténticos pesos pesados hasta caras relativamente nuevas, han hecho un trabajo más que correcto (incluso Sarah Michelle Gellar que todos conocemos por Buffy principalmente o Brendan Fraser que conocemos más por papeles como Rick O´Conell que por otros más serios). Sólo por el elenco de intérpretes hay que reconocer que ya llama la atención.

Así que si tenéis ganas, tiempo y os fiáis de mi gusto personal (matizo este punto para aquel que la vea y no le guste), os recomiendo la película. Un saludo a todos.

Libro: PROYECTO A.E. CAPÍTULO 17

CAPÍTULO 17. DETENIDOS.

Se había pasado, se decía a sí mismo, pero ella se lo buscó. No quiso indicarle dónde podía encontrar a los demás. De hecho se empeñaba en decir que no sabía donde estaban, que se habían separado desde el accidente. Entonces su rostro cambió. Fue una mezcla de sorpresa e incredulidad. La muy tonta se había dejado una dirección en aquel primitivo portátil que llevaba. Entonces la mató. Estaba dispuesto a hacer lo que fuera para culminar aquella misión con éxito. Su futuro dependía de ello. Pero lo curioso es que había disfrutado haciéndolo.

A su alrededor, las motos de sus hombres rugían en las cada vez más transitadas calles de la mañana. Se dirigían hacia la única pista que tenían, la dirección que encontaron. Según habían averiguado estaba en una zona industrial donde sólo había fábricas y almacenes. Sentía que estaba cerca de culminar el trabajo, la suerte le había acompañado desde que llegaron a la ciudad. No tardaron mucho en encontrar a una dependienta de supermercado que reconoció a Aurora por las fotos que le había mostrado. ¿Qué posibilidades tenían de acertar uno de los barrios en los que viviera alguno de ellos? Realmente esperaba que estuvieran todos juntos pero obviamente no resultaban ser tan estúpidos.

Ya comenzaban a desaparecer los edificios comunes, se estaban internando en la zona industrial. Pronto acabaría con ellos. Él mismo mataría a Max, ese pedante hijo de puta no lo había respetado nunca y a él eso le reventaba. Se daría el placer de verle suplicar que no le pegase un tiro y sonreiría cuando apretase el gatillo.

Mientras avanzaban por aquel enorme lugar, giraban de vez en cuando hacia alguna calle, según les indicara el GPS que llevaban instalado en las motos. De pronto, tras torcer hacia la izquierda y según el aparato que los guiaba supo que ya estaban cerca. Al final de la calle se distinguía una nave de tamaño medio. Cuando restaban dos manzanas para alcanzarla y sin previo aviso varios vehículos aparecieron cortándoles el paso. Llevaban las luces de emergencia encendidas y sonaron sirenas en periodos muy cortos, como de aviso. Los policías bajaron de los vehículos y se apostaron tras ellos con las armas apuntándolos. López y los demás viraron las motos sin pensarlo para dar la vuelta sobre sus pasos pero nuevos vehículos aparecieron para cortarles el paso. Estaban atrapados. No entendían que había pasado. Se bajaron de los vehículos y desde una de las barricadas de los coches de policía se oyó una voz amplificada:

- ¡¡¡ Quédense donde están. Suelten las armas despacio y arrójenlas lejos. Tírense al suelo con las manos en la nuca y no se muevan !!! ¡¡¡ Repito: suelten las armas, arrójenlas lejos y tírense al suelo con las manos en la nuca !!! ¡¡¡ Si no obedecen abriremos fuego !!!

Sin pensarlo, los hombres de López empuñaron las armas y empezaron a abrir fuego hacia ambas barricadas. Los policías hicieron lo propio. Las balas silbaban por todas partes y en su huída hacia el edificio más cercano, López vio caer a una de sus chicas y dos de sus hombres. Una vez dentro comenzó a recorrer los pasillos deteriorados de aquel lugar. Estaba abandonado. Bajó unas escaleras metálicas que daban a un gran espacio lleno de maquinaria oxidada, pasó entre ellas como una exhalación y se acercó a una puerta sobre la que rezaba la palabra EXIT. La abrió despacio, atento a cualquier ruido que pudiera llegarle del exterior. Al no oír nada excepto los lejanos gritos se envalentonó. Guiándose por las voces corrió con sigilo pegado a la fachada del edificio y al llegar a la esquina, asomó la cabeza y miró. Se encontraba a unos 200 metros de los policías que les habían cerrado el paso por delante. No distinguió a sus compañeros, posiblemente que ya estuvieran muertos. Sólo quedaba él. Volvió sobre sus pasos y corrió hacia el extremo opuesto. Cuando llegó a la esquina miró hacia un lado y hacia el otro. Ni un alma. Sin pensárselo dos veces reanudó la carrera hacia donde estaba su destino inicial, la nave que indicaba el GPS, la dirección que habían encontrado. Tenían que estar allí y si habían oído los disparos, posiblemente saldrían corriendo. Aceleró el paso.

Sudando y sin aliento llegó hasta una puerta. La encontró cerrada. Intentó asomarse por la vidriera del edificio subiéndose a unos palets amontonados que había en el suelo, pero los cristales estaban sucios y no consiguió distinguir nada. Continuó corriendo siguiendo la fachada y divisó otra puerta. Para acceder a ella tuvo que ascender un tramo de escaleras. Giró el pomo, pero no se abrió. Empezaba a perder la paciencia. Se quedo quieto un rato para recuperar el aliento y pensar. No podía ir de puerta en puerta a ver si hallaba alguna abierta y además comenzaba a sospechar que ninguna lo estaría. Si estaban allí sería lo lógico. Sumido en sus pensamientos López comenzó a mirar a su alrededor, intentando buscar un medio de entrar cuando se oyó el ruido de una llave al entrar en la cerradura. Sobresaltado y con el corazón a punto de salírsele por la boca, sacó el arma que llevaba bajo la chaqueta. Se separó de la puerta hasta donde pudo. El pomo giró y levantó el arma. La puerta se abrió y una sonrisa de dibujó en su cara. Ante sí tenía a Aarón con marcado rictus de sorpresa y detrás de el distinguió a Violeta. A primera vista no vio a nadie más, así que de sus labios solo pudo salir una pregunta:

- ¿Dónde están los demás?

- No están aquí, se han ido – contestó Aarón-

- ¿Así que se han ido eh? ¿A dónde?

- No pienso decírtelo cerdo.

López apoyó el arma sobre la frente de Aarón.

- Yo creo que sí vas a decírmelo, o tus sesos adornaran la cara de Violeta.

- Han ido a buscarte. Vimos tu retrato robot por la televisión, alguien te vio saliendo de casa de Aurora – se atrevió a decir Violeta temblorosa-

Ahora lo entendía todo. Los habían visto salir del edificio de aquella estúpida mujer y habían dado su descripción. Seguramente también les pillaron las matrículas y por eso había aparecido la poli. Su suerte había cambiado, pero haría que mejorara.

- ¿Vas a matarnos ya o no tienes huevos para hacerlo chupatintas?

López salió de sus pensamientos sorprendido y miró a Aarón.

- No, no voy a mataros aún. Me llevaréis a donde estén los demás.

- ¿Para que puedas matarlos? Ni hablar. Tendrás que pasar por encima de mi cadáver.

- Bueno, no te quepa duda que lo haría, pero creo que no será necesario. Aquí la chica acojonada parece más dispuesta a cooperar. Tiene miedo y me dirá lo que quiero saber o te mataré delante de ella y luego dispararé en zonas no vitales hasta que hable. Se iría desangrando pero no moriría antes de decirme a dónde han ido. Vosotros elegís.

Aaron apretaba los dientes de pura rabia mientras que a Violeta comenzaban a resbalarle las lágrimas por las mejillas. En ese momento abrió la boca para hablar pero fue otra voz la que se oyó al pie de las escaleras.

- ¡Tire el arma!

Ante la sorpresa de los tres, un policía encañonaba a López con su arma.

- ¡Deje el arma en el suelo despacio y levante las manos, no se lo repetiré otra vez!

A López le resbalaba el sudor por la cara. No acababa de asimilar lo que había pasado. Le costó reaccionar. Ante la idea de la muerte no dudó más y lentamente se agachó para dejar el arma en el piso. Acto seguido fue levantándose con las manos en alto. Mientras el poli fue subiendo los escalones sin dejar de apuntarle. Apartó el arma del suelo con el pie y sacó las esposas, ordenándole que bajara las manos y las pusiera a la espalda.

Proyecto A.E. copyright © Airam Noda Gómez

Libro: PROYECTO A.E. CAPÍTULO 16

CAPÍTULO 16. UNA LARGA NOCHE

Durante horas todos habían trabajado duro. De hecho casi los tres meses que llevaban allí lo habían sido. Prácticamente cada noche de cada día sin descanso. Conseguir las piezas que les hacía falta para la reconstrucción del circuito espacio temporal no era tarea fácil. Cada cierto tiempo debían volver a visitar algún casino y ganar mucho dinero, siempre procurando que estuvieran alejados entre sí y disfrazándose para no dar la nota. Se habían instalado en viviendas diferentes, incluso Sara y Aarón, para mantener el anonimato lo máximo posible y no dar señales de conocerce. Las identidades falsas costaron los suyo conseguirlas, pero de momento funcionaban. Todos procuraban mantener una relación cordial con la gente de aquel tiempo, para parecer normales, pero lo cierto es que era imposible no trabar cierta amistad con según qué personas. De todas formas ya no se paraban a pensar tanto en las posibles repercusiones para con su propio tiempo, ya que a pesar de haber avanzado mucho con las reparaciones, pocas esperanzas albergaban ya de regresar. No se trataba solo de eso, también había un miedo generalizado a volver porque sabían que habían intentado matarlos para proteger un secreto, algo relacionado con unas siglas. A.E.., lo cual por más que conjeturaban no alcanzaban a adivinar lo que era.

- Quizás sea algún proyecto secreto de la empresa – dijo Aarón, sacando de sus pensamientos a los demás - No somos los únicos que trabajábamos allí en algo. TET SL es muy grande y seguramente trabajen en otros campos.

- Cierto, pero dudo mucho que tenga que ver con el TET. Da la impresión de ser algo en lo que trabaja Fleitas al margen de todo, algo que según el mismo le haría quitarse de encima al gobierno y los militares. Sin duda el A.E. es algo significativo. – afirmó Max-

Sara quedó pensativa un momento y luego habló:

- La verdad es que nos podríamos pasar horas divagando sobre su significado y jamás averiguaríamos nada. Tenemos cosas más urgentes entre manos, como el inminente fallo en esta ciudad del suministro eléctrico. Sin energía no podremos hacer funcionar el aparato espacio-temporal. También están las revueltas que se sucederán durante días, debemos apartarnos de todo eso por nuestro propio bien.

- Si, bueno Lo veo bastante complicado dado que nos queda mucho por reparar el sistema. Sabemos de sobra que no lo lograremos antes de los altercados y después esta ciudad se convertirá en un lugar sitiado por militares. La mayoría de la gente huirá a otras ciudades en busca de ayuda y sin embargo no la hallarán, puesto que poco después irán cayendo las demás. Norteamérica se convertirá en pocos meses en una zona de guerra y nosotros estamos atrapados en medio sin posibilidades de huir. Deberíamos alejarnos de aquí cuanto antes. Nuestras identidades falsas han funcionado hasta ahora, debemos confiar en que lo sigan haciendo si salimos del país. Volver a España no es mala idea, aún cuando no sea en nuestro propio tiempo.

Las palabras de Ross hicieron que todos callasen un buen rato. Era cierto. Ellos sabían de antemano que aquel país ya no era seguro. Norteamérica se desmoronaría y consumiría por su propia avaricia y prepotencia. Aquella nación que siempre se proclamó la más poderosa del mundo caería a manos de su más terrible enemigo. Ellos mismos. En España estarían seguros. De hecho sería uno de los primeros países en tomar medidas drásticas con respecto al uso de energías renovables. En pocos años se pasaría de la combustión a la energía solar y eólica en prácticamente todos los aparatos cotidianos. Europa poco a poco se convertiría en una potencia mundial sin precedentes, por primera vez en la historia la humanidad se unificaría sin necesidad de una guerra. Por supuesto las repercusiones más directas llegaron de los países árabes, donde la repentina falta de clientes del petróleo empobreció a sus ricos dueños, haciendo que tomaran la decisión de atacar al país más débil en ese momento. Sin embargo por razones aún recordadas como sorprendentes, desistieron de todo acto belicista tras una reunión urgente con los dignatarios de toda Europa y los pocos representantes que quedaban en pie de la antigua Norteamérica.

El sonido de un televisor les hizo despertar de sus ensoñaciones. Violeta lo había encendido. Desde la muerte de Raquel e Ismael no solía hablar casi nada, como si le diese igual todo. Aunque ayudaba en todas las tareas siempre estaba ausente, sumida en sus pensamientos. La tristeza se adivinaba en sus ojos y nadie sabía ya que hacer o decir para hacerla seguir adelante.

En la tele, el telediario de la mañana daba las noticias de siempre, guerras en Irak, un hombre que mataba brutalmente a su pareja o, niñas desaparecidas, niños empuñando armas en colegios y matando a sus compañeros…sin duda aquel tiempo era un desastre y, en concreto, aquel país aún más. Rara vez habían buenas noticias, todos sabían que existían, pero lo que vendía era la violencia. No comprendían como los seres humanos vivían tan tranquilos en un mundo así, con una indiferencia abrumadora. No se extrañaban de lo que iba a pasar, lo que habían estado recordando, algo que para ellos era historia pero que ahora vivían de primera mano. De pronto, una noticia los puso en alerta, escuchando con atención a la mujer que la ofrecía:

…que fue encontrada muerta en su domicilio, Mary P.H., de 32 años de edad no tenía antecedentes ni enemigos conocidos. Aún así la policía no descarta que pudiera tratarse de un ajuste de cuentas, pues presentaba síntomas de tortura antes de la muerte. Se rumorea que varios testigos vieron salir del edifico de la víctima a 5 o 6 personas a primera hora de la mañana, hace escasas 2 horas y han dado una descripción aproximada de una de ellas. Si ustedes han visto o ven al sujeto que les mostramos en imagen por retrato robot o tienen alguna información, no duden en ponerse en contacto con…CLIK.

El televisor quedó apagado. Sara aún lo miraba incrédula. De hecho era la única que lo hacía ya, pues todos los demás la miraban a ella con el mando en la mano y la mirada perdida. Cuando se percató de que era el centro de atención volvió a conectar con la realidad.

- Dios…nos han encontrado…han matado a Aurora.

- El retrato robot no es que sea algo extremadamente fiable, pero creo que todos hemos reconocido a López en él, lo cual es bastante inquietante. – acertó a decir Max con desolación-

- Lo inquietante no es eso – respondió Sara mientras todos la volvían a mirar-, lo inquietante es que hayan encontrado a Aurora. Hablé con ella ayer mismo antes de venir aquí. Era una buena mujer, no merecía esto.- Se le humedecieron los ojos-. Aarón se acercó para abrazarla.

- Joder, nos han encontrado. Posiblemente la torturasen para saber de nosotros. Ahora sí que debemos irnos de este país, huiremos lejos y no nos encontrarán.

- Ross, no debemos precipitarnos –dijo Max- Si salimos corriendo sería como dar un paso en falso. De momento creo que lo mejor será quedarnos aquí, ninguno volverá a su casa. Nuestros vecinos no saben donde “trabajamos”, así que no habrá riesgo de que nos encuentren a través de ellos.

- Todo eso está muy bien, pero no quita que sepan dónde encontrarnos. Puede que ella les dijese todo antes de morir. Independientemente de que sea o no sea nuestro tiempo ni debamos cambiar nada significativo en esta época, la muerte de Aurora en este lugar puede ser catastrófica. Cuando investiguen su vida para averiguar donde está su familia, se darán cuenta de su falsa identidad. ¿Y qué pasa con Parker? Os recuerdo que sigue en su casa, hoy no le tocaba venir. Debemos salir a buscarlo y avisarle. ¿Valen más nuestras vidas que las de él?

La pregunta de Aarón quedó suspendida en el aire, sin que los presentes acertaran a dar una respuesta.

Proyecto A.E. copyright © Airam Noda Gómez

Libro: PROYECTO A.E. CAPÍTULO 15

CAPÍTULO 15. LA LLEGADA.

La noche se cernía sobre el árido desierto. Una ligera brisa levantaba pequeñas nubes de arena de no más de un metro de altura. La luna, con su fría luz, bañaba el sosegado paisaje y como si de un fantasma se tratase, los restos del fuselaje del TET 4. No se oía ni un alma, excepto un ligero zumbido que se iba incrementando poco a poco. De repente, como si de un huracán se tratase, la polvareda comenzó a levantarse bruscamente y el zumbido se hizo más fuerte, como si una fuerza invisible soplara sobre el suelo. En la arena, 3 marcas de considerable tamaño aparecieron como por arte de magia al mismo tiempo que se oía un ruido sordo. El zumbido fue cesando hasta que no se oyó nada más. Al cabo de unos segundos, el aire pareció distorsionarse, dejando a la vista el fuselaje de otro avión totalmente oscuro, sin signo alguno de identificación. La puerta del mismo se abrió, dejando escapar una luz artificial de su interior. Uno a uno, un grupo de 3 hombres y 2 mujeres armados salieron al desierto. Con las armas en alto se replegaron alrededor del aparato, vigilando. Tras comprobar que todo estaba despejado hicieron señas hacia el vehículo y al momento, de sus entrañas emergió el Sr. López, ataviado con indumentaria de la época en que se encontraban. Con un gesto de la mano indicó al jefe del grupo armado que se acercase. Este obedeció de inmediato.

- Señor.

- Quiero que comprobéis lo que queda del TET 4. Busquen cualquier indicio de supervivientes o cadáveres. Si falta alguna cosa que haya sido sustraída y no destrozada en el accidentado aterrizaje.

- ¡Sí, señor! – contestó el hombre y al momento con señas militares de las manos, indicó a sus hombres el acercamiento al fuselaje del destrozado aparato.

López subió de nuevo a su propio aparato. En el fondo ya sabía que no encontrarían a nadie, pero convenía asegurarse. En la foto sólo aparecían Max y Sara, lo cual podía significar que algo podría haberles pasado a los demás. Se acercó hasta la cabina de los pilotos, los cuales comprobaban el ordenador de a bordo.

- Señor –dijo el copiloto- todo en orden. No hemos sido detectados por ningún sistema, ni militar ni civil. El camuflaje funciona a la perfección. Las cámaras de calor no detectan presencia humana, exceptuando la de nuestros propios hombres. Procederemos a la puesta a punto de los vehículos secundarios destinados a alcanzar la ciudad de manera sutil y sin levantar sospechas en cuanto dé su permiso.

- De acuerdo, tienen mi permiso.

Ciertamente a López le encantaba aquella situación. Nunca había tenido a sus órdenes personas que lo llamasen señor con tanta profesionalidad y sinceridad. Se les pagaba por ello sí, pero de todos modos le hacía sentir especial. Quedaban varias horas para el amanecer y aún debían llegar a la ciudad, así que se encaminó tras los pilotos hacia la zona de carga del avión. Cuando llegó ya habían desenvuelto un par de aquellas preciosidades. Motocicletas, la idea había sido suya. Le fascinaban desde niño. Desde que recuerda, no quiso perderse una sola exhibición de vehículos antiguos, obsoletos en su tiempo. Era verdad, que en potencia, seguridad y aerodinámica las Bikenetics (motos magnéticas de su propio tiempo, que no precisaban ruedas gracias a que generaban un campo magnético que las hacia desplazarse y flotar) superaban con creces aquellas “antiguallas”. Pero para él tenían un encanto especial, poseían ese aire nostálgico de tiempos en los que la seguridad no era tan mirada. La emoción de riesgo que le producía llevar una de aquellas motos superaba con creces cualquier sensación procurada por simuladores. No fueron fáciles de conseguir, pero Fleitas había dicho que no importaba el dinero que costase la operación, así que se había permitido el lujo. En cuanto acabase con el “cabo suelto” que tenían entre manos, el futuro estaría asegurado.

Los soldados aparecieron con caras serias informando de que no había cadáver ni superviviente alguno en el fuselaje destruido. En cambio, faltaban numerosos portátiles que venían incluidos en la lista de inventario del TET 4, así como armas, cantimploras, utensilios…y el aparato espacio-temporal que había sido sustraído de la coraza de seguridad que lo protegía.

Un sudor frío asaltó la frente de López. Evidentemente estarían intentando repararlo o reconstruirlo, no era una meta imposible ya que la tecnología para lograrlo ya existía en esa época, solo que nadie de aquel entonces lo sabía. Tras meditarlo unos segundos se dirigió a “sus” hombres.

- Señores, debemos partir de inmediato. Procedan a cambiarse de ropa y desmonten las armas para camuflarlas. No hace falta que les diga que debemos actuar con precaución, sobre todo en lo concerniente al contacto con los habitantes de este presente, pero sin dudarlo, nuestros objetivos deben ser localizados y eliminados con contundencia y precisión. No hay margen para los errores. Si los ven mátenlos sin perder un segundo, pues es vital para nuestro tiempo. No dudo de su profesionalidad, puesto que son los mejores en su trabajo y sin duda, se les ha pagado por ello. Recuerden que una vez culminada la misión y de regreso a nuestro lugar de procedencia serán recompensados con un plus. En marcha.

Una vez acabaron de cumplir las órdenes recibidas, uno de los pilotos abrió la puerta de carga. De su interior surgieron entre rugidos las motos, que levantaban una nube de polvo a su paso y sin perder tiempo se perdieron en la noche rumbo a la carretera. Mientras, piloto y copiloto ya sólo distinguían puntos de luz roja en el horizonte.

Proyecto A.E. copyright © Airam Noda Gómez

Ha Fallecido Paul Newman (1925 - 2008)

Como ya comenté hará un mes, el actor Paul Newman tenía un cáncer en fase terminal y los médicos le habían dado pocas semanas de vida. Finalmente ha fallecido en su casa, junto a su familia, por deseo propio a los 83 años de edad.
Se ha ido uno de los mejores actores de Hollywood que aún quedaban de la vieja escuela. Aunque nunca he sido seguidor de su carrera, lo llevo en mi memoria histórica y recuerdo perfectamente ver muchas de sus películas cuando era niño. No
obstante me alegro, no de que muera y mucho menos de cáncer, pero sí que lo haya hecho con tan avanzada edad; porque eso quiere decir que ha tenido una vida larga y plena, que es lo que casi todos deseamos para nosotros mismos. Descanse en paz.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Libro: PROYECTO A.E. CAPÍTULO 14

CAPÍTULO 14. VIVIENDO EN EL PASADO.

Max miraba por la ventana de su habitación. Las luces de neón ya iban alumbrándolo todo con sus destellos mientras el sol se iba poniendo en el horizonte. A pesar de llevar 3 meses en aquel tiempo seguía sin asimilarlo del todo. Aún recordaba como anduvieron hasta la carretera que habían divisado en su exploración tras el accidente. Una vez en ella siguieron caminando hacia la ciudad, atentos a cualquier indicio de un vehículo que apareciera en vista a que los pudieran llevar. Caminaron bastante antes de que el segundo conductor que hizo acto de presencia parase y les dejase subir a su vehículo. Max se situó en el asiento delantero mientras que sus compañeros subieron a la parte de atrás de la furgoneta. El dueño de la misma se mostró muy amistoso y hablador, haciéndole miles de preguntas sobre su procedencia, qué buscaban en Las Vegas, etc. Sus respuestas fueron vagas, tan solo se le ocurrió decir que eran de esos que viajaban a pie de estado en estado y viviendo de lo que podían. Ante la poca disposición a dar más detalles, el conductor calló el resto del camino. Al llegar a su destino se despidieron cordialmente y comenzaron a poner su plan en marcha. Lo primero que habían acordado era conseguir dinero. Evidentemente sin identidades no podrían acceder a ningún trabajo y mucho menos a un alojamiento. Así que el único modo que se les ocurrió era complicado y para llevarlo a cabo tuvieron que robar. Max mismo le había sustraído la cartera al amable conductor de la furgoneta, el cual de manera descuidada la había dejado en la tapicería del vehículo. No se sintió muy bien, pero aquello era una acción más que justificada dada su situación. Con el dinero que consiguieron sacar de la tarjeta, entraron a probar suerte en el juego. Para disimular decidieron dividirse y optaron por ir jugando juegos pequeños, como las tragaperras. Cuando hubo pasado un rato y tras perder varios dólares, cada grupo se encaminó hacia una mesa de ruleta diferente. Con el equipo que poseían a Aarón no le fue difícil fabricar sendos dispositivos de tamaño reducido, que se instalaba en la oreja. Dichos aparatos recibían la frecuencia de las ruletas sin problema, que sin lugar a dudas poseían un trucaje muy elaborado para que la banca ganara la mayor parte de las veces. Con un reconocimiento de voz del portador, cualquier número y color que estos dijeran era automáticamente transmitido a la ruleta, la cual se paraba justo donde se hubiese apostado. Para evitar sorpresas los fabricó con un margen de error, para que no siempre se diera el acierto, evitando así levantar sospechas. Sin duda, tras un par de horas, obtuvieron una cantidad considerable y más que suficiente para al menos esa noche no dormir en la calle y comenzar sus nuevas vidas.

La alarma del reloj de Max lo sacó de sus pensamientos. Había llegado el momento. Cogió el abrigo y salió de la habitación. Se dirigió al ascensor, se subió y pulsó la planta baja. Tras un par de minutos se abrieron las puertas en el vestíbulo del edificio, donde tras su mostrador, el portero saludó con amabilidad:

- Buenas noches Sr. Smith. Otra noche de trabajo, ¿eh?.

- Buenas noches Jack. Pues sí, no queda más remedio. Hay que ganarse el pan.

- Sin duda señor, sin duda. Que tenga una buena noche.

- Muchas gracias. Usted también.

Max abandonó el vestíbulo y se encaminó hacia la parada de taxis para subirse a uno. Una vez le indicó el destino, el taxista puso el taxímetro y emprendió la marcha mientras su cliente abría un portátil de última generación. El conductor soltó un silbido de admiración, haciendo que Max levantase la vista para mirarlo:

- Menudo portátil que tiene amigo, ¿Pentium Xenon?

- Sí, es un Pentium Xenon. ¿Le gustan los ordenadores? –preguntó Max-

- Sin duda. Estudié ingeniería informática en la universidad. Me licencié con buena nota e incluso trabajé en alguna empresa, pero no hubo suerte. Durante un tiempo tuve que trabajar de lo que fuera para ir sacándome algo con lo que seguir adelante y aquí estoy 5 años después, de taxista. Hoy día hay tantos informáticos que acceder a un puesto es como que te toque la lotería. La verdad es que me sorprende que usted, y discúlpeme por entrometerme, tenga un aparato tan caro. No parece el típico estirado con los bolsillos de ropa elegante llenos de billetes.

Ciertamente Max no daba el pego de rico, vestía con ropa muy común y barata, sin excederse. Habían destinado todo el dinero que conseguían para obtener las piezas necesarias en la reconstrucción del aparato espacio-temporal, así que guardaban lo justo para subsistir de manera normal, como cualquier persona de clase media. Pero claro, eso no podía contárselo al taxista.

- Bueno, no lo soy. Fue un regalo de unos amigos. Entre todos pusieron dinero y me dieron la sorpresa – mintió Max-

- Vaya, lo que daría yo por tener amigos así. Es un tipo afortunado. De todos modos sus amigos deberían ahorrar el dinero, yo estoy guardando todo lo que puedo. Dicen por ahí que las cosas se pondrán feas.

- ¿A qué se refiere?

- ¡Oh vamos! ¿Es que no ve las noticias en la tele? Se habla mucho de una posible crisis energética. Dicen que el consumo de energía puede provocar una carencia de electricidad pronunciada en cualquier momento. El gobierno lo niega, por supuesto, así que seguro que algo pasa. Siempre niegan todo para tenernos controlados. ¿Usted que opina?

- Bueno, digamos que mi opinión es como la de cualquiera. Pero sinceramente creo que tiene usted razón. Ahorre el dinero que pueda. Es más, yo estoy por vender todo lo que tengo e irme a algún lugar. No sé, a España por ejemplo. Allí el consumo de energía no parece ser tan grande y dudo que se presente una crisis en mucho tiempo.

El conductor lo miró por primera vez a través del retrovisor y puso cara de sorpresa, pero Max no se percató.

- Habla usted como si supiese algo que yo no supiera señor.

- Digamos que tengo un amigo trabajando para el gobierno y me ha dado un par de instrucciones – dijo Max esbozando una leve sonrisa-.

- Pues no se hable más. Por alguna razón algo me dice que es usted sincero. Empezaré con los preparativos. Mi mujer siempre ha querido salir de viaje, así que nos vendrá bien. Paró el taxi en ese momento y le indicó a su pasajero que habían llegado.

- ¿Cuánto es?

- ¿Para usted? Es gratis amigo. Por la información.

- Ni hablar, no puedo permitirlo. Tome, los 30 $ que marca el taxímetro y otros 20 de propina. Ha sido un placer hablar con usted, cuídese y feliz viaje.

- ¡Pues muchas gracias señor! Cuídese usted también y suerte – contestó- Aceleró y se fue perdiendo en la distancia.

Max se giro hacia el edificio que se erguía frente a él. Una nave industrial de considerable tamaño, sucia y envejecida, pero que cumplía su función. Se dirigió hacia unas escaleras que iban a dar a una puerta de la fachada, sacó una llave del bolsillo y la abrió. Tras pasar el umbral la cerró nuevamente con llave y se encaminó con paso ligero hacia el interior. Ciertamente era un recinto grande, aunque nada comparado con la gruta del TET. Mientras andaba hacia un “edificio” más pequeño instalado dentro de la nave, se perdió en el recuerdo de tiempos mejores y sin quererlo, en su ex – jefe Fleitas, al que había llegado a odiar como nunca. En cuanto abrió la puerta del otro recinto, unas caras familiares se giraron hacia él y lo saludaron.

Proyecto A.E. copyright © Airam Noda Gómez

Libro: PROYECTO A.E. CAPÍTULO 13

CAPÍTULO 13. IMPOSIBLE PERO CIERTO.

Desde su regreso todo había salido rodado. En TET SL la incursión del segundo grupo de expedición era algo normal desde el principio, así lo había dispuesto el Sr. Fleitas. No había costado demasiado aislar a algunos empleados e incentivar o persuadir a otros para que lo mantuvieran en el más alto secreto. Mientras los principales científicos trabajaban en el TET 4, la segunda unidad iba copiando los avances para construir el TET 5 en otra zona del gran búnker situado en el nivel -2. El “desafortunado accidente” del TET 4 fue relatado con estudiada aflicción. Les habían contado como un rayo alcanzó el vehículo, desapareciendo éste en el aire y como habían llegado a la conclusión de que debido a la sobrecarga se habían desintegrado en mil pedazos a través del espacio-tiempo. Era una probabilidad factible para los científicos, ya que ellos mismos habían conjeturado sobre dicha posibilidad. Tras los “emotivos” funerales de las víctimas el asunto había quedado zanjado. La aseguradora había pagado a sus familias la cantidad estipulada en caso de fallecimiento, él había mostrado sus condolencias pertinentes y a pesar del recelo por lo ocurrido, el ejército y el gobierno estaban contentos con el éxito del salto. Pero todo eso no le importaba. Tan solo aquello por lo que realmente habían saltado en el tiempo, lo que fue a encontrar bajo la tierra de los dinosaurios, eso que cambiaría la historia del planeta para siempre. Fleitas seguía divagando en sus pensamientos, mirando embelesado un extraño objeto. Este, de forma romboide y transparente cristal, se sostenía misteriosamente sobre una de sus puntas, casi como si flotara. En su interior una especie de sol en miniatura emitía una luz cálida que alcanzaba a iluminar todo el despacho. Su interior se veía distorsionado, ya que por el interior de las paredes del cristal una especie de gas fluía sin dirección fija, como si tuviera vida propia. El objeto no parecía emitir sonido alguno, sin embargo en sus oídos se instaló un murmullo que fue creciendo hasta convertirse en golpes sordos y acompasados. Sobresaltado, Fleitas salió de su embelesamiento cuando se percató de que lo que oía era alguien tocando su puerta. Sin más dilación dio permiso para que entrasen.

Al abrirse apareció en el umbral el Sr. López con semblante pálido y mirada descolocada.

- ¿Qué ocurre López?

- Señor, tenemos un grave problema – contestó con una voz trémula -. Estamos jodidos.

- ¿A qué te refieres? ¿Tiene que ver con ellos?

- Si señor, tiene que ver con ellos. Han aparecido por fin.

- ¿¿Cómo?? ¿¿Aquí, ahora?? – su voz denotaba preocupación, se había puesto pálido.

- No, no señor, no ha sido aquí en nuestro tiempo. En realidad ha sido de casualidad que lo he descubierto. Mi hijo mayor buscaba información en la holo-red de historia para un trabajo de clase. Me había acercado a observar su trabajo para saber qué tal iba y entonces me quedé atónito. Juro que tuve que tranquilizarme y volver a mirarlo porque me parecía una locura, pero está claro que no era una alucinación.

Se sacó una carpeta de debajo del brazo y la colocó sobre la mesa de Fleitas. – Éste, intrigadísimo, la abrió ansioso y expectante. Dentro encontró una foto del tamaño de un folio. Era una fotografía sacada de los antiguos periódicos, los usados antes de que se impusiera el sistema holográfico. Durante un buen rato Fleitas quedó en silencio, observando con detenimiento la foto. Al cabo de unos minutos volvió a recuperar el habla.

- ¿La fecha es correcta?

- Sí señor, sin ninguna duda.

- Está bien, si hay algo de lo que no carecemos es de tiempo. Ya sabemos dónde y cuándo están. Prepara un equipo. Ésta vez quiero profesionales. No importa el dinero que cuesten, pero encuéntrame a los mejores. El TET 5 debe ser repintado. Que no quede rastro alguno de emblemas. Quiero dos pilotos expertos en combate aéreo y pilotaje extremo y por supuesto que no pertenezcan al ejército. Deseo que todo esté listo para mañana a primera hora.

- Si señor, pero los militares, el gobierno…están por aquí desde que volvimos hace 6 meses. Haciendo sus pruebas y organizando los próximos proyectos.

Fleitas quedó pensativo un momento. Luego preguntó:

- ¿Han instalado ya las mejoras en el TET 5?

- Sí, hace un mes escaso que terminaron de instalarlas, pero no veo que tiene eso que ver con… La voz de Fleitas lo interrumpió.

- Tiene que ver, amigo mío, con que tenemos la excusa perfecta para hacer pruebas de campo. Informarás al general de que mañana a primera hora realizaremos un salto de prueba para comprobar que todos los añadidos del TET 5 funcionan. Cuando te pregunten diles la fecha exacta, no mientas, les dirás que la mejor manera de probar las mejoras es yendo a un lugar donde deban ser utilizadas. Te firmaré la autorización y mi consentimiento. No se negarán, están tan cegados por el éxito y las posibilidades que les va a aportar el viaje en el tiempo que una prueba les parecerá la mejor de las ideas, sobretodo al General. Ahora ve y prepáralo todo. Confío en ti.

- Pero señor. Dudo mucho que el general acepte que no haya presencia militar a bordo. Es imposible.

Tras pensarlo detenidamente, Fleitas volvió a hablar:

- Muy bien. Consígueme el mejor equipo no perteneciente al ejército, pero que sean ex – soldados. Fingirán serlo aún para que el general no sospeche. Yo me ocuparé del papeleo y las acreditaciones falsas. Ahora vete y haz lo que te he dicho.

Asintiendo y sin más demora, López recogió la autorización de la mesa y se encaminó hacia la puerta, cerrándola tras de sí. Mientras, Fleitas volvió a mirar la foto. En ella, se contemplaba una escena de las revueltas acaecidas en el 2012, tras los fallos generalizados de suministro eléctrico en la ciudad de la antigüa Norteamérica conocida como Las Vegas. Policías con escudos trasparentes, cascos y porras intentando reducir a los furiosos ciudadanos provistos de palos, piedras, ladrillos y todo tipo de objetos contundentes. Pese a lo caótico de la imagen, entre el tumulto de gente se distinguía a dos personas en un extremo de la foto, no estaban entre la multitud que arremetía contra la policía, estaban de frente, más cerca de la cámara. Ambos corrían cogidos de la mano y sus caras expresaban preocupación. Eran Max y Sara.
De repente un leve sonido le hizo levantar la vista del papel, se quedó quieto, mirando hacia la puerta con extrañeza hasta que esa sensación de que no estaba solo lo invadió y le hizo girarse con brusquedad. A un par de metros una figura emergía de la puerta de su armario. Atónito y asustado Fleitas exclamó:

- ¡¡Imposible!!...

- Pero cierto – contestó la figura-.

Proyecto A.E. copyright © Airam Noda Gómez

Libro: PROYECTO A.E. CAPÍTULO 12

CAPÍTULO 12. SIN IDENTIDADES.

No había quedado mucho del TET 4. En apariencia, el fuselaje parecía intacto, pero las alas se habían perdido con el impacto y múltiples fisuras de gran tamaño lo abarcaban de arriba a abajo. Del circuito espacio tiempo tampoco se podía sacar mucho. Los paneles estaban fritos casi en su totalidad, siendo el mismo aparato espacio-temporal el que seguía casi intacto por su protección adicional. La única buena noticia, si es que se le podía llamar así, era que ya no se encontraban en la prehistoria, sino a más de medio siglo atrás de su tiempo según las noticias traídas por Max y Richard tras su exploración.

- Por el video que grabamos – expuso Max- estamos cerca de Las Vegas, la ciudad del juego de la antigua Norteamérica. Así que esto es el Desierto de Nevada.

Ross. Atónito, miró a los demás y con cierta timidez habló:

- Es extraño, pero de todas las fechas y lugares donde podíamos haber caído hemos ido a parar el año y la ciudad donde según la historia comenzaron los primeros apagones y altercados resultados del mismo. Mucha casualidad, ¿no creéis?

- Ciertamente parece el destino o algo así – dijo Aarón- Pero dudo mucho que pase de ser una casualidad. Entre las fechas almacenadas en el ordenador se encontraba esta para posibles saltos de interés histórico.

- Bueno, eso explicaría el año, no la ubicación. Cuesta creer que nuestro vuelo en el Cretácico antes del salto nos dejase justo a tiro de piedra de la ciudad. Pero como bien dices no es para pensar sino que es una sorprendente casualidad. – dijo Sara -. Ahora lo que interesa saber es cómo vamos a salir de aquí. La tecnología espacio-temporal no debe de estar en desarrollo aún.

Todos se quedaron un buen rato pensativos. El cansancio se notaba en sus caras, andaban sucios, magullados y bastante nerviosos ante la idea de encontrarse perdidos en una época anterior a las suyas, e incluso alguno llegó a imaginarse que tendrían que vivir allí y en cómo eso afectaría al futuro. Por fin Max decidió reanudar la conversación:

- Estamos en una situación difícil. No podemos quedarnos aquí, así que debemos aventurarnos en la ciudad. Cogeremos todo lo que aún sirva y lo llevaremos en las mochilas y bolsas de mano. Deshagámonos de los logotipos del TET, no conviene llamar la atención. La ropa gracias a Dios no es tan diferente a la que usaban… o mejor dicho, usan ahora. Debemos procurarnos comida, ya que poca ha sobrevivido al impacto, y a ser posible alojamiento. No poseemos dinero de la época, así que tendremos que pensar algo para conseguirlo.

- Tampoco tenemos identificaciones de éste tiempo, ni identidad, ni nada. ¿Cómo vamos a conseguir algo aquí? No hemos ni nacido aún.

La pregunta de Violeta había sorprendido a todos, tanto por su evidente lógica como por el hecho de que no había dicho gran cosa desde las muertes de Ismael y Raquel.

Nadie contestó y pasaron el resto del día recogiendo todo lo que aún tenía utilidad y decidieron que pasarían la noche allí y saldrían mucho antes del amanecer hacia la ciudad. Era una gran pateada y tras una buena discusión sobre alteraciones de la historia planteada por Parker o miedo a ser atrapados y otras tantas posibilidades, resolvieron que el mejor medio sería utilizar una práctica muy común en aquellos tiempos. El autostop.

Proyecto A.E. copyright © Airam Noda Gómez

LOS PILARES DE LA TIERRA de Ken Follett



Otro de esos libros del que todo el mundo habla, generalmente bien. No está mal. La verdad es que contiene muchas tramas y subtramas. No sólo es la historia de cómo se construye una catedral sino cómo son los pasos que llevan a ello. Hay corrupción, traiciones, ambición, bondad, amor, pobreza, guerra, fe... vamos, es un ejercicio muy bueno sobre la vida en la Edad Media.

Me ha resultado MUY ENTRETENIDO y didáctico. Estoy deseando leer la segunda parte UN MUNDO SIN FIN a pesar de que ya me dijo alguien que es un refrito del primero. Eso sí, esperaré a la edición de bolsillo, porque 27 o 28 euros por el libro de tapa dura me parece una barbaridad incluso si no estuviésemos en crisis.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Libro: PROYECTO A.E. CAPÍTULO 11

CAPÍTULO 11. 2012.

Lentamente Richard abrió los ojos. Al principio no recordaba lo que había ocurrido y mientras recuperaba la consciencia comenzó a sentir dolor en el cuerpo. Fue entonces cuando empezó a recuperar la memoria de lo acontecido. Le vinieron imágenes del fogonazo de un rayo, sentir que los aparatos soltaban chispas y al recuperar la vista vio a Max inconsciente mientras se precipitaban hacia el suelo. Recordó como instintivamente tomó los mandos y tiro de ellos hacia su cuerpo en un intento de enderezar el aparato justo antes de que tocasen tierra, cómo se sacudieron por el impacto y el desplazamiento del avión hasta que perdió inercia y se detuvo. Luego oscuridad hasta que había vuelto a despertar.

Se desabrochó el cinturón y mientras se levantaba sintió un dolor agudo en el hombro izquierdo. Aún así comprobó como estaba Max, todavía sin conocimiento. Tenía pulso. Al tocarlo despertó de golpe, como si saliese de una pesadilla. Desorientado miró a Richard.

En la parte de atrás la mayoría habían despertado. Presentaban diversas magulladuras y malestar físico pero nada grave. Ross los atendía con presteza.

- ¿Dónde aprendiste primeros auxilios? – le preguntó Sara –

- Antes de paleontólogo fui médico, hasta que me di cuenta de que no era lo mío – dijo sonriendo –

- Vaya, ¿y cómo es que no sabíamos nada? – preguntó Aarón susceptible.

- Porque no quería que se supiese que yo era el médico de a bordo. Prefería evitar tener que explicar por qué acabé de paleontólogo. Los de arriba me contrataron para matar dos pájaros de un tiro. Al principio me negué, pero me ofrecieron un cheque con unos cuantos ceros y la posibilidad de ver dinosaurios vivos. Era una oferta demasiado atractiva para perderla. Así que aquí estoy.

En los demás se vieron caras de extrañeza y desconfianza. En ese instante aparecieron Richard y Max, intercediendo este último para explicar que estaba al corriente del asunto y que para nada era un espía, pues lo conocía hacía años. Su palabra bastó para acallar las sospechas.

- ¿Todo el mundo está bien? – preguntó Richard

La mayoría asintieron.

- Bien. Hemos de averiguar dónde hemos caído y para ello debemos salir al exterior. Los instrumentos de vuelo y el ordenador central han quedado inservibles. Sara y Aarón deberían ir a comprobar el sistema espacio-temporal. Yo y Richard saldremos para ubicarnos e iremos armados por si hay algún dinosaurio o aparece el TET 5. Por la ventanilla hemos comprobado que estamos en terreno abierto y desértico. A unos kilómetros divisamos unas colinas, así que iremos hasta allí a ver si vislumbramos algo. Los demás intentad hacer un recuento de daños tanto dentro como fuera y comprobad las provisiones.

Dicho esto recogieron las armas y se cargaron sendas mochilas con algo de comida superviviente del impacto, agua y varios utensilios. Se despidieron y pusieron rumbo a la puerta. Al salir los demás aprovecharon para comprobar el fuselaje y vieron como Richard y Max se iban alejando hacia las colinas.

Durante 4 horas anduvieron parando sólo para comer y descansar. Y mientras subían hacia lo más alto de la colina Richard observó un pequeño brillo que sobresalía de la tierra. Cuando se agachó para ver mejor lo que era y la sacudió se quedó un momento intentando asimilar lo que estaba viendo. Luego desenterró el objeto del todo y lo levantó para mostrárselo a Max, que lo miraba con curiosidad.

- ¿Qué es eso? – preguntó extrañado –

- Si no fuera porque tú también lo estás viendo pensaría que estoy loco, pero parece una lata de aluminio de refresco medio oxidada. Y la verdad es que no tiene ningún sentido, porque estamos en la prehistoria, ¿no?

En ese momento oyeron un ruido extraño que provenía del otro lado de la colina y tras el susto inicial terminaron de subirla para averiguar lo que era. Una vez llegaban arriba fueron agachándose y empuñaron las armas. Ambos se alongaron al otro extremo y quedaron sin palabras. Al filo de la colina una carretera de asfalto era cruzada por un vehículo extraño que emitía el sonido que habían escuchado. Tenía ruedas de goma y de la parte trasera emanaba una especie de gas negruzco. Los dos tardaron en darse cuenta que miraban un automóvil de motor de combustión, uno de esos que exponían en ferias y museos como reliquias del pasado en su propio tiempo. Siguieron el recorrido del vehículo y poco a poco levantaron la vista para ver donde conducía aquella carretera. Al hacerlo descubrieron a lo lejos lo que parecía ser una ciudad. Se miraron con cara de asombro. Max sacó de su mochila la mini holo-cámara y procedió a grabar lo que sus ojos veían pero no podían creer aún. Richard por su parte había recogido otras latas y comenzó a buscar entre ellas la menos deteriorada y por tanto más reciente. Encontró una arrugada pero sin óxido. Le dio vueltas hasta que descubrió una fecha de envasado y sin dar crédito a sus ojos dijo:

- Max, volvamos al TET 4 de inmediato, porque está claro que no estamos en el Cretácico ni tampoco en nuestro tiempo. El rayo que nos cayó ha debido hacer saltar el sistema de viaje temporal.

- ¿Y cuándo estamos exactamente? – preguntó el mirándolo –

- Exactamente no puedo decirte, pero según esta lata el año puede ser el 2012.

Proyecto A.E. copyright © Airam Noda Gómez

Libro: PROYECTO A.E. CAPÍTULO 10

CAPÍTULO 10. MAQUINACIONES

Todas las luces de emergencia y alarmas del TET 5 parpadeaban y emitían un sonido estridente respectivamente. Los pilotos intentaban con dificultad manejar el aparato entre lluvia, rayos y un viento notable. De los Pterodáctilos no había ya ni rastro y del TET 4, al parecer, tampoco. El avión daba bruscos bandazos y los pasajeros se asían fuertemente a los reposabrazos de sus asientos en un vano esfuerzo por mantenerse quietos. El señor López fue el único en alzar la voz para hacerse oír por encima de aquel escándalo:

- ¡¡¿ Es que no se va a acabar nunca esta tormenta?!! ¡¡No quiero morir aquí!!

El resto de los pasajeros lo miraron, algunos con miedo en los ojos y otros con furia, pero nadie se atrevió a abrir la boca mientras duraron las turbulencias. A los pocos minutos cesaron las sacudidas del vehículo, así como las alarmas y las luces. Lentamente se fueron tranquilizando. Por las ventanillas, asomaba el tímido brillo de las estrellas, ahora a la vista una vez desaparecidas las nubes. El señor Fleitas fue el único en levantarse de su asiento y asomarse a la cabina del piloto.

- ¿Qué le ha ocurrido al TET 4? ¿Dónde está?

Piloto y copiloto explicaron lo que vieron con exactitud y Fleitas volvió al compartimiento de pasajeros, preguntándoles a sus científicos Méndez y Gwen qué significaba la extraña desaparición del TET 4.

- Bueno – inquirió Gwen -, es evidente que el aparato no pudo ser destruido dado que habríamos colisionado con los restos, hubiese habido una explosión, etc. De algún modo la energía de ese rayo habrá sobrecargado el circuito espacio-temporal y habrán saltado a otra época, pero no hay manera de saber si a nuestro tiempo o a cualquier otro. Pero sin duda, sea donde sea dudo que el aparato haya quedado en un estado óptimo para aterrizar en condiciones. Posiblemente se habrán estrellado.

- Lo que no llego a entender – se atrevió a decir López - , es por qué rebuscaban en nuestros archivos de a bordo.

Sin inmutarse, fue Paula quien contestó:

- ¿No es evidente? Descubrieron que saboteé el sistema manipulando la fecha a la que debíamos ir y como no tenían idea de la fecha exacta en que se encontraban necesitaban averiguarla para volver a nuestro tiempo. Es una lástima que no les sirviese de mucho – comentó con tono sarcástico -, en fin, estén donde estén no habrán sobrevivido y si lo han hecho, sin circuito espacio temporal no podrán regresar jamás.

- Eso suponiendo, mi querida Paula, que no hayan aparecido en nuestro tiempo por una de esas extrañas casualidades de la vida – añadió severo Fleitas-.

- Bueno – contestó Paula -, si han sobrevivido y han llegado a regresar a nuestro tiempo, lo sabremos al volver. No creo que fuera muy difícil encontrar su aparato estrellado y acabar con ellos. Una sonrisa asomó en su rostro.

Fleitas le correspondió con una mueca parecida a una sonrisa que pareciera decir: más te vale. Fue hacia la cabina del piloto para ordenar el regreso a casa y volvió a su asiento para abrocharse el cinturón. En el fondo –pensó- da igual. Tengo lo que siempre quise y pronto mi destino cambiará. Miró por la ventanilla mientras el TET 5 ponía rumbo a las coordenadas correctas para el salto de regreso mientras en su cabeza, su cerebro seguía dando rienda suelta a sus maquinaciones.

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Libro: PROYECTO A.E. CAPÍTULO 9

CAPÍTULO 9. ACCIÓN EVASIVA.

El grupo miraba con angustia a Violeta llorando a los pies del TET 4 mientras abrazaba a la conciliadora Aurora. Todos estaban muy afectados. Desde que llegaron ya habían perdido a tres compañeros, estaban atrapados en otra época y debían conducir un plan peligroso para intentar sobrevivir. La esperanza es lo último que se pierde, pero algunos ya habían perdido todo. Cuando los ánimos se asentaron un poco y consiguieron que Violeta se tranquilizase y durmiera, Sara y Aarón prepararon el sistema espacio-temporal para recibir los datos que le insertarían tras la triangulación. Mientras, Max y Richard estaban en cabina disponiendo el ordenador de a bordo para la operación.

- ¿Cómo está Violeta?

- No demasiado bien. Desde que llegaron no ha dicho gran cosa. Parece que le ha afectado demasiado. ¿Los conocía bien?

- Raquel fue mi novia durante un tiempo e Ismael era como mi hermano.

- No lo sabía – dijo Max sorprendido – lo lamento muchísimo. Aún así no te veo tan afectado como cabría esperar.

- Bueno, soy un soldado. Ahora lo importante es trabajar para salir de aquí. Tiempo habrá de llorarlos. Gracias a Dios que Raquel me enseñó a pilotar cuando estuvimos saliendo. Suelo hacerlo de vez en cuando como hobby. Este está bastante automatizado como hemos podido comprobar tras el incidente. No me supondrá problema.

Callaron unos minutos. Al rato comenzaron a moverse de nuevo:


- Ya tenemos conexión, comienzo la triangulación – dijo Richard al cabo de un minuto - . Ahora intentaré ver sus ficheros. Muy bien, aquí compruebo los parámetros de su misión… ¿recoger muestras de A.Y.E? ¡Serán cabrones! ¿Por eso quieren hacernos desaparecer?

- Esto no tiene ningún sentido – dijo Max – ¿Éste es el plan de Fleitas? Llevar muestras de A.Y.E. a nuestro tiempo? ¿Qué coño es el A.Y.E. y cómo demonios esas cosas les van a servir para obtener nuevos accionistas?

- Max, las he encontrado – interrumpió Richard - Las coordenadas de vuelta del TET 5. Lo estoy copiando a nuestro ordenador de a bordo. En cuanto estén podremos irnos de aquí sin tener que calcular nada.

- ¡Perfecto! – exclamó Max –

En ese instante el ordenador daba aviso de intruso en el sistema.

- ¡Mierda, nos han pillado!

- ¡Desconecta Richard, desconecta!

- Eso intento Max, pero han bloqueado el sistema para que no podamos hacerlo. ¡Joder!

Max salió corriendo de la cabina como una exhalación y se dirigió fuera del avión. Al llegar allí se encaramo de un salto y no sin esfuerzo a una de las alas del aparato y escaló hasta la parte superior del mismo, corriendo hacia la antena. Cuando llegó a su altura comenzó a patearla repetidamente hasta que quedó descolocada y medio destruida. El ruido despertó a los demás que, interrogantes, vieron como Max bajaba del fuselaje y se internaba de nuevo en el avión. Cuando llegó a la cabina preguntó si se había cortado la comunicación.

- Sí – respondió Richard – pero nos han rastreado y seguramente vendrán aquí. Debemos partir lo antes posible. Los datos se copiaron a tiempo.

- Muy bien, informa a Sara y Aarón de la situación y pásales los datos de regreso. Yo voy a informar a los demás y recogeremos las cosas.

Cada cual se dio la mayor prisa posible y al cabo media hora casi todo estaba listo. La carga de datos al sistema espacio temporal llevaría más tiempo. Aún así subieron a bordo y despegaron, pues debían alejarse de esa posición antes de que los del TET 5 llegasen. Max había tomado el lugar de Ismael como copiloto.

- ¿A dónde nos dirigiremos?

- Ellos están al norte y vendrán hacia el sudeste que es donde estamos aún, así que tomaré rumbo al oeste durante unas horas y luego al norte para despistar.

- ¿Funcionará?

- Espero que sí. Estoy siguiendo mi propio patrón de vuelo porque es evidente que los soldados del TET 5 esperarán una maniobra militar y seríamos muy tontos si hiciéramos algo que ya tienen en cuenta.

- Muy listo. Esperemos que ellos no piensen en que tú has pensado que ellos piensen lo que vamos a hacer.

Max miró a Richard y ambos se echaron a reír con ganas, aliviando cierta tensión. Durante dos horas el vuelo fue tranquilo. Ya ponían rumbo al norte pero por desgracia unas feas nubes en el horizonte amenazaban tormenta.

- Tendremos que atravesarla – dijo Richard –

- ¿Seguro? ¿No podemos rodearla o sortearla ganando altitud?

- No. Abarca demasiado. Mejor la atravesamos a una altitud razonable, si subimos demasiado podríamos perder el rumbo.

Acto seguido cogió el micro de la megafonía de a bordo e indicó a los pasajeros que se abrochasen los cinturones ya que iban a atravesar una tormenta. Sara y Aarón aparecieron 5 minutos después en la cabina y hablaron con Max:

- Ya hemos acabado, los datos están insertados y el destino temporal fijado – apuntó Sara –

- Justo a tiempo chicos.

De repente una sacudida hizo temblar el avión. En cabina las alarmas de peligro no dejaban de sonar y la pantalla del ordenador indicaba enemigo a la cola.

- ¡Joder, son ellos! Parece que al final acertaste Max, han pensado como yo. Sara, Aarón, id a sentaros en vuestros asientos. Esto se va a poner movido.

- Nos tienen fijados Richard, ¡van a disparar de nuevo!

- Atención chicos – dijo por megafonía – abrochaos y agarraros fuerte, el TET 5 nos ataca. Voy a intentar esquivar sus descargas con maniobras evasivas. Deseadme suerte.

Todos se agarraron de los reposabrazos en el momento que sentían como el TET 4 hacía un giro lateral de 180 grados y sus estómagos daban un vuelco. Los misiles pasaron rozando y siguieron de largo, estallando unos metros delante de ellos. Mientras el TET 5 se posicionaba para atacar otra vez, Richard aceleró a velocidad media y descendió colocándose a pocos metros de los árboles que tenían debajo. El otro avión comenzó a descender con el morro hacia el TET 4 y abrió fuego con dos misiles más. Parecía que iban a dar en el objetivo, pero en el último momento éste viro a la derecha de golpe y los misiles impactaron en los árboles. El TET 5 rectificó el rumbo para seguirlos de nuevo. Mientras, en el TET 4 Max y Richard divisaban extrañas figuras que se iban haciendo más grandes según avanzaban. El ordenador de a bordo comenzó a emitir el sonido de la alarma y en la pantalla se leía objetos voladores no identificados, peligro de colisión. Richard comenzó a esquivar como pudo. En escasos segundos evadió uno de los objetos inclinando el aparato 90 grados para posteriormente y por puro reflejo evitar a otros dos en el último segundo. En la parte de atrás los demás miraban por las ventanillas asombrados. Fuera y en paralelo al avión unos animales alados volaban sin problema.

- Pterodáctilos – dijo Ross –

- ¿Son peligrosos? – preguntó Aurora

- Pueden serlo – advirtió Ross – seguramente hemos atravesado su territorio y nos atacarán

- Lo que faltaba. Como si no tuviéramos bastante con el TET 5 – dijo Sara

Continuaron mirando por las ventanillas hasta que uno de los animales viró hacia ellos y chocó con el fuselaje. El golpe desestabilizó momentáneamente el aparato. Richard recuperó el control con rapidez.

- Esos bichos nos atacan – comentó Max - ¿qué hacemos?, seguimos con el TET 5 detrás y nos están volviendo a fijar.

- No te preocupes, tengo una idea – dijo Richard –

Las alarmas comenzaron a sonar de nuevo mientras en la pantalla se anunciaba el inminente disparo de nuevos misiles. Richard aceleró justo en el momento en que el TET 5 volvía a disparar y los Pterodáctilos quedaban justo detrás del TET 4, haciendo que dichos misiles explotasen en la improvisada defensa animal. Al mismo tiempo aceleraron aún más el vehículo distanciándose crecidamente del TET 5 e internándose ya en la tormenta. El avión comenzaba a vibrar por las turbulencias. Aarón apareció en la cabina.

- Chicos, debemos aprovechar para saltar en el tiempo antes de que los del TET 5 nos alcancen otra vez. Los datos están cargados ya.

- Bien entonces allá voy – dijo Max manejando el ordenador – salto en 5 segundos, 4… 3… 2…

De pronto un rayo cayó justo delante de la cabina del avión cegándolos mientras que un segundo caía en la cola. Todos los sistemas se sobrecargaron, saltaron chispas y hubo una fuerte sacudida. Desde el TET 5 sólo pudieron distinguir entre la lluvia dos rayos cayendo muy seguidos, un gran estallido eléctrico y el TET 4 había desaparecido.

Proyecto A.E. copyright © Airam Noda Gómez

martes, 23 de septiembre de 2008

Mundo Primitivo

Hace ya bastantes meses que ví esta serie descargada y me enganchó rápidamente. Mucho antes, hará ya un par de años, leí sobre ella en una revista y lo cierto es que me llamó la atención. El título original es Primeval, traducido aquí como Mundo Primitivo y absurda e incompresiblemente renombrada en Cuatro como Invasión Jurásica.

Estamos en Londres y un grupo de científicos variopintos acabarán destinados a una división nueva del gobierno que se dedica a estudiar una serie de anomalías temporales que están apareciendo a lo largo y ancho del país. También deben controlar y devolver las numerosas criaturas que se cuelan en nuestro tiempo y siembran el miedo y la confusión e incluso la muerte en aquellos que se cruzan en su camino. Desde insectos gigantes, pasando por dinosaurios voladores, terrestres o acuáticos y llegando a aparecer animales del futuro, ampliando así el peligro y la trama que gira en torno a ésas anomalías y una mujer, perdida años atrás en una de ellas.






La serie es inglesa y detrás están los creadores del documental "Caminando entre Dinosaurios" de la BBC. Los efectos están bastante bien para ser una serie de dicho país y los actores cuajan muy bien. La verdad es que si te gusta Parque Jurásico, las pelis de viajes en el tiempo y paradojas temporales, ésta es sin duda tu serie. De momento hay 2 temporadas y la tercera se anuncia (desgraciadamente) para Junio del 2009. Casi un año entero de espera, cómo nos hacen sufrir.

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lunes, 22 de septiembre de 2008

Libro: PROYECTO A.E. CAPÍTULO 8

CAPÍTULO 8. ¿QUÉ HACEMOS?.

Después de tratar el tema durante horas, la mayoría fueron a acostarse sin cenar mientras que Max, Aarón, Sara y Ross continuaron hablando casi hasta el amanecer sin haber llegado aún a una conclusión.

- ¿Qué hacemos? – preguntó Sara con voz cansada-

Un silencio llenó el aire tras la pregunta durante varios minutos, hasta que Ross pareció tomar las riendas:

- Hemos llegado a la conclusión de que no podemos saber el día exacto en que estamos porque no tenemos conocimiento del día correcto en que cayó el asteroide que extinguió a los dinosaurios. Tampoco podemos calcular cuándo caerá porque necesitaríamos 3 antenas en tres puntos distintos para conseguir una triangulación y encima hay otra expedición haciendo Dios sabe qué. Posiblemente nos quieren ver muertos y no habrán venido aún porque saben que estaremos alerta. Nuestra situación es desesperada así que opino que debemos tomar medidas desesperadas.

- ¿Qué propones? - preguntó Max –

- Pues si es posible convertir una de nuestras antenas en portátil con autonomía propia y llevarla a varios kilómetros de aquí. Nos colamos en el ordenador de a bordo del TET 5 y usamos su antena para triangular, es posible que averiguásemos la fecha por los datos de su computadora.

- Es teóricamente posible hacerlo, pero nos pillarán enseguida, porque usaremos su sistema – dijo Sara –

- No tenemos nada que perder, ya saben que sabemos que están aquí. La cuestión es ir por delante por una vez – replicó Ross –

Durante un rato nadie dijo nada. Luego Max habló:

- Despertemos a las chicas, hay trabajo que hacer.

A los pocos minutos Aurora y Violeta se ponían en pie, fueron informadas, tomaron un desayuno rápido y se pusieron manos a la obra con la antena. Mientras Aarón hablaba con Max y Ross sobre la triangulación:

- Tenemos un problema, chicos. No podemos enfocar la antena hacia el TET 5 porque los árboles impiden que llegue la señal. Necesitaremos colocarla en un punto elevado.

- ¿Y si vamos con el TET4 hacia esa colina de allá, dejamos la antena y regresamos aquí? - dijo Max –

- Arriesgado – comentó Aarón – pero creo que si volamos raso lo más alejados posible de la ubicación del TET 5 podremos pasar desapercibidos.

- Bueno, pues hagámoslo – dijo Ross con decisión –

Durante el resto del día las chicas trabajaron sin descanso con la antena y a primera hora de la noche ya la tenían lista. Los demás habían hecho los preparativos pertinentes para el pequeño vuelo que tenían en mente. Raquel e Ismael ya estaban a los mandos listos para despegar. Violeta llevaba la antena y Parker la acompañaba. El resto quedó en tierra. Se desearon buena suerte, cerraron la puerta del avión y el TET 4 se puso en marcha. Poco después ya no se les veía desde el campamento.

En la cabina del avión el ordenador de a bordo mostraba en la pantalla central una imagen infrarroja de los árboles que pocos metros por debajo amenazaban la integridad del aparato, por suerte el mismo sistema de a bordo corregía la altura según el alcance de la copa de los árboles. A lo lejos ya se podía distinguir la colina.

- En un cuarto de hora estaremos allí – comunicó Raquel por la megafonía del avión -. Ismael, ve atrás y prepara lo necesario para cuando salgamos.

Ismael asintió, se desabrochó el cinturón y se dispuso a pasar a la zona de pasajeros en donde abrió un armario con algunas armas, cargadores, linternas y otros aparatos electrónicos. Cogió lo que creía que necesitarían y volvió a la cabina, colocando las cosas en el suelo detrás de su asiento. Habían transcurrido 10 minutos de trayecto. La colina ya se distinguía algo a simple vista, pero evidentemente no lo suficiente como para aterrizar sin usar el ordenador de a bordo ya que volaban sin luces. A los seis minutos ya estaban posados y a punto para salir. Ismael fue el primero en hacerlo, provisto de una linterna y un arma. Lo seguía de cerca Violeta y tras ellos iba Raquel. Parker se quedó junto al vehículo. Buscaron un buen sitio al borde de la colina donde colocar la antena. Raquel observaba con unos prismáticos en función infrarroja. Podía ver parte del otro avión y en sentido contrario distinguía la hoguera de su campamento base. Era un buen lugar, así que le indicó a Violeta que la colocase. Se dispusieron a volver al avión mientras el ordenador de a bordo indicaba presencia no identificada en los alrededores. Por supuesto no pudieron ver la indicación y mientras se iban acercando sintieron una vibración en el suelo.

- ¿Qué demonios ha sido eso? – preguntó Ismael blandiendo el arma –

- Ni idea, pero no me ha gustado nada – contestó Raquel –

Otra vibración más fuerte.

- Larguémonos de aquí – dijo Violeta alterada –

- Buena idea – comentó Raquel – Subamos al avión.

Mientras cruzaban los últimos metros que les separaba del avión varias vibraciones más se sucedieron y de repente cesaron. Ellos se detuvieron en seco e intentaron escudriñar la oscuridad. Raquel recordó los prismáticos y comenzó a usarlos, miró a su alrededor pero no alcanzó a ver nada inusual, enfocó hacia el avión y el corazón le dio un vuelco. Por encima del fuselaje una enorme cabeza asomaba y parecía que aquel animal la mirase directamente a ella mientras olisqueaba el aire. No pudo articular palabra y lo único que hizo fue pasarle los prismáticos a Ismael. Este miró por ellos y casi en un susurro exclamó:

- ¡Mierda!

- ¿Qué ocurre? – preguntó Violeta visiblemente asustada –

- Un Tiranosaurio – alcanzó a articular Raquel –

A Violeta le empezaron a resbalar lágrimas de puro miedo por las mejillas.

- ¿Do…don…dónde está? – preguntó balbuceando – Yo no veo nada

- Está al otro lado del avión – contestó Ismael – Nos está oliendo.

- Hay que alejarlo del avión – dijo Raquel – Enfócale los ojos con la linterna y cuando quede deslumbrado echemos a correr hacia esos árboles de allí. Pon la linterna a máxima potencia y con el haz concentrado.

Ismael obedeció a su compañera. Al instante levantó la linterna y enfocó al dinosaurio que echó la cabeza hacia atrás al recibir el fogonazo de luz y movía los cortos brazos como si tratase de espantarse unas moscas de la cara. Los tres echaron a correr hacia el bosque y se pararon no muy lejos para observar al animal. Este aún estaba desorientado pero se notaba que se iba recuperando. Volvió a olisquear el aire y rodeando el avión fue hacia donde estaban ellos anteriormente. Se quedó un rato allí como un perro que sigue un rastro mediante el olfato. Estaba claro que había que hacer algo, pero no se les ocurría nada. Finalmente Raquel hizo señas a Ismael para que trepasen un árbol y ella hizo lo mismo en otro. Ya se oían los pasos del Tiranosaurio acercándose mientras seguían subiendo lo más alto que podían. El animal llegó a la altura de ellos, pero unos metros más abajo. Podían verle la cabeza mientras olisqueaba de nuevo el aire. Violeta temblaba de miedo mientras Ismael le hacía señas a Raquel. Ella negó con la cabeza éste no le hizo caso y se viró hacia Violeta.

- Voy a distraerlo – dijo susurrando – en cuanto lo haga, baja por el otro extremo del árbol y corre hasta el avión. No te pares ni mires atrás.

Violeta asintió con la cabeza mientras todo el cuerpo le temblaba y se puso en el otro extremo, preparada para bajar. Ismael volvió a hacerle señas a Raquel que de nuevo negó con la cabeza. Él se colocó en una rama justo por encima de la cabeza del animal. Apuntó con el arma hacia abajo y de repente pegó un grito. El tiranosaurio miró hacia arriba y justo en ese momento Ismael le disparó en un ojo haciendo que soltara un rugido de dolor que les heló la sangre pero no les hizo parar el descenso de los árboles en los que se encontraban y encaminarse corriendo hacia el avión. Violeta iba la primera y Raquel detrás. Ismael las seguía de cerca cuando sintió los pasos detrás de él, acelerando. No tuvo tiempo de más pues una enorme pata lo aplastó como si fuese un insecto mientras un rugido que podría tomarse como de satisfacción salía de la boca del animal, que siguió corriendo tras las chicas. Raquel le gritaba a Violeta que siguiese corriendo y no mirase atrás, pero Violeta sólo escuchaba los pasos de la bestia y sentía que el miedo la paralizaba, frenándola como si sus piernas se aflojaran sin remedio. Miró hacia atrás un segundo y entonces sintió un fuerte golpe que la tumbó a un lado. Desde el suelo sólo alcanzó a ver a Raquel desapareciendo entre unos enormes dientes y lo último que oyó fue el crujir de los huesos de su compañera. Violeta vió con lágrimas en los ojos cómo el Tiranosaurio devoraba a Raquel sin poder hacer nada y por puro instinto retomó su carrera hacia el avión. De pronto sintió que algo la agarraba y pegó un grito:

- ¡Tranquila, tranquila, soy yo!

- ¡Parker!, ¿dónde estabas metido? ¿Por qué no nos has ayudado?

No hubo respuesta. El suelo volvía a temblar y Parker, de frente al Tiranosaurio lo vio erguirse y reiniciar la marcha hacia ellos. Sin perder más tiempo tiró de Violeta hacia el interior del aparato. De un salto atravesaron la puerta que se cerró tras de sí. Corrió hacia la cabina aún sosteniéndola del brazo. La soltó en cuanto estuvieron allí y se sentó en el asiento del piloto. Ella lo imitó, tomando asiento en el del copiloto.

- Violeta, ¿sabes cómo se pilota este trasto?

Ella, en aparente estado de shock lo miraba sin verlo y no contestó. Parker comenzó a echar un vistazo al panel que tenía delante. El ordenador central estaba encendido y las luces de emergencia comenzaron a parpadear. En la pantalla aparecían en letras bien grandes las palabras COLISIÓN INMINENTE. Sin tiempo para reaccionar toda la estancia se movió.

- Joder, nos está golpeando. ¿Qué puedo hacer?

La respuesta llegó de improviso, pero no de los labios de su compañera, que seguía muda y mirándolo con ojos ausentes. En el monitor comenzó a brillar una serie de instrucciones:

Analizada Naturaleza De La Amenaza.
SER VIVO IDENTIFICADO COMO TIRANOSAURIO REX.
SE RECOMIENDA DESCARGA ELÉCTRICA A TRAVÉS DEL CASCO.
POSIBLES EFECTOS: ATURDIMIENTO DEL ANIMAL.
¿ACEPTAR?

Casi sin poder creérselo Parker presionó en la pantalla táctil un sí dentro de un recuadro. Al instante un zumbido fuerte anunció la ejecución de la orden. Un quejido ensordecedor los sobresaltó a ambos. Los golpes en el casco habían cesado. Tardando un poco en reaccionar, comenzó a teclear en el ordenador una resolución que no tardó en recibir respuesta:

INICIANDO SISTEMA AUTOMÁTICO DE DESPEGUE.
COORDENADAS DE DESTINO: UBICACIÓN TRAS EL ÚLTIMO ASCENSO.
TODOS LOS SISTEMAS LISTOS.
¿INICIAR?

Un tembloroso dedo presionó nuevamente la pantalla táctil y el ruido de la electricidad fluyendo llenó el silencio. Nuevamente las luces de emergencia dieron señales de vida, esta vez acompañadas de las acústicas. Ya volvía a por ellos – pensó-. El aparato comenzó el ascenso lentamente mientras en el monitor del ordenador la palabra PELIGRO parpadeaba sin cesar. De repente el vehículo aceleró justo en el instante que el animal intentaba morder la cola del mismo y por poco no lo lograba. Mientras ponían rumbo al campamento el rugido ensordecedor del Tiranosaurio llenó el aire de la noche.

Proyecto A.E. copyright © Airam Noda Gómez