martes, 16 de septiembre de 2008

Libro: PROYECTO A.E. CAPÍTULO 3

CAPÍTULO 3. TET 4


Mientras Aurora y Violeta comprobaban el exterior del avión, Aarón y Sara se encontraban en el interior del mismo comprobando el mecanismo espacio-temporal. Estaban en la parte trasera, en una especie de bodega donde la temperatura era lo suficientemente baja como para que el aparato no se recalentase, dado que cuanto más grande y numeroso era lo que se transportaba en el tiempo mucho antes debía estar encendido el mecanismo. Aarón tenía su portátil enchufado a una terminal adosada en el panel central y volcaba los últimos cálculos al sistema mientras Sara esperaba tras él.

- ¿Has comprobado que el ordenador de a bordo recalibre cualquier posible variación en la ruta espacio-temporal? - la voz de Sara denotaba cierta inquietud -

- Sabes que sí cariño, ¿no confías en mí? - dijo mirándola con ternura -.

- No es eso Aarón. Pero cuanto más se acerca la hora de la verdad aumenta inevitablemente mi nerviosismo y el hecho de que te hayas puesto tan cariñoso me indica que tú también estás nervioso. Nunca lo haces cuando estamos trabajando.

- Yo estoy trabajando - dijo Aarón sonriendo - tú estás ahí parada preocupándote por nada. También estoy nervioso, pero mantengo la calma porque tengo fe en nuestro trabajo. Y ahora por favor, ve a la cabina del piloto y enciende el ordenador de a bordo. Veamos si la conexión con el sistema espacio-temporal funciona.

Sara recuperó su seguridad a medias y asintiendo, se encaminó hacia la cabina. De camino vio entrar en el avión a Violeta.

- Tienes mala cara Sara, ¿te encuentras bien?

- Me encuentro bien, son sólo los nervios previos al lanzamiento, nada más.

- Eh, no te preocupes, somos los mejores en nuestro trabajo, todo saldrá bien.

- Lo sé. ¿Me acompañas a la cabina? Voy a comprobar que todo anda perfecto en el ordenador de a bordo.

- Claro.

Ambas continuaron camino a la parte delantera del avión.

En el exterior, los accionistas habían llegado ya junto al aparato y por orden del director, Aurora les estaba explicando los detalles del mismo y mostrándoles el fuselaje. Mientras Fleitas y López aprovechaban para hablar:

- ¿Crees que Máximo sospecha? - preguntó Fleitas -.

- Sospechar seguro que sí, pero no se puede ni imaginar lo que tenemos entre manos. Tranquilo, no será un problema.

- Sí, lo mismo decía yo de mi ex-mujer y acabó sacándome un dineral.

López lo miró sorprendido.

- Lo que pretendo decirte - añadió Fleitas – es que la persona menos pensada puede resultar la más molesta. No podemos fiarnos, al menor problema habrá que cubrirse las espaldas.

- No debes preocuparte, ya tenemos a nuestro infiltrado en la expedición. Lo mantendrá todo bajo control.

- Bien. Sé que nunca me fallas así que supongo que será de los mejores.

- Nunca te fallo - contestó López - y no es de los mejores. Es el mejor.

En ese instante el ruido de un carricoche que se acercaba les hizo virarse. Al hacerlo fueron distinguiendo quiénes lo ocupaban. Era la expedición al completo junto con Max. El vehículo paró al lado de ambos y los pasajeros fueron bajando. Los pilotos del ejército Ismael y Raquel, el historiador Parker, el paleontólogo Ross y su ayudante Paula y por último, dos tipos con cara de pocos amigos de los que no se sabía muy bien qué papel desempeñaban. Max se acercó al director y al abogado y con la mirada fija en ambos dijo:

- Todo listo, señores. En la sala de control están preparados. Los miembros de la expedición también, a excepción de los chicos que están dentro comprobando por última vez los detalles.

- Muy bien, esperemos que acaben su trabajo - comentó Fleitas mirando a los ojos a Max - no queremos que salga nada mal.

Max sintió el escalofrío de nuevo. No sabía bien lo que ocurría pero estaba claro que no era nada bueno viniendo de dos sanguijuelas como aquellas. Era demasiado tarde para echarse atrás, así que lo único que podía hacer era estar alerta.

Los accionistas se acercaron al grupo y con ellos Aurora. Los demás no tardaron en aparecer por la puerta del avión. La expedición estaba completa. El señor López comenzó a hablar:

- Como bien saben ustedes, la importancia de éste viaje es vital para nuestra empresa. Nuestros accionistas aquí presentes así como el gobierno y el ejército esperan que cumplan con sus funciones con eficacia y den lo mejor de sí en cualquier situación. Vamos a hacer historia. Se hablará de nosotros durante siglos y todos y cada uno de ustedes serán héroes…

- ¿Éste tío de que va? - preguntó susurrando Raquel a Ismael - habla en plural como si él fuese a hacer algo útil. Menudo capullo.

- Sí, estos abogados se creen que pueden llevarse la gloria de todo y éste en particular especialmente. Por lo que he oído peleó como una fiera para que TET S.L. no perdiese los derechos de la máquina del tiempo. Por supuesto acabaron dándole por el culo. La cagada de hace un año puso en pie de guerra al gobierno.

- Bueno, ¿cómo ves a nuestro pájaro? En las pruebas el TET4 ha respondido magníficamente.

- Sí, eso está claro - contestó él - gracias a Dios que al ejército se le ocurrió asegurarse de que aquí no hubieran más problemas por el terreno, al viajar en el tiempo en el aire evitaremos encontrar obstáculos de ningún tipo.

- Eso no es del todo cierto - dijo alguien desde atrás -, están los Pterodáctilos.

- ¿Qué quiere decir señor…? - preguntó Raquel -.

- ¡Oh, nada de señor!, llámeme Ross. Lo que quiero decir es que en el período Cretácico existían unas criaturas aladas llamadas Pterodáctilos, lo bastante grandes como para darnos problemas. Así que sí existe una pequeña probabilidad de encontrar obstáculos en el aire.

- Genial - dijo Ismael - Ya lo sabía Ross, por eso mismo subiremos a suficiente altura y luego daremos el salto, así estaremos lejos del alcance de esos bichos y podremos descender con tranquilidad e incluso maniobrar con tiempo si en el descenso nos encontramos cualquier obstáculo.

- Ajá - comentó el paleontólogo asintiendo - muy bien pensado. Y cambiando de tema, ¿qué características posee el aparato en el que vamos a viajar?

- El TET4 está basado en un prototipo militar de clase alta. – empezó a comentar Raquel - Originalmente es un vehículo de guerra, pero gracias a las ingenieras se ha convertido en un aparato capaz de transportar a una decena de personas, está construido con una aleación muy ligera y a la vez muy resistente que permite maniobrarlo casi como si estuviera vacío. Despega tanto verticalmente como en horizontal. Está dotada de armas tácticas básicas, misiles de corto y largo alcance y una ametralladora frontal, está….Parker la interrumpió con la cara desecajada:

- Perdona, ¿has dicho que este avión va armado? ¿Para qué?


- En el ejército siempre creemos que más vale prevenir que curar - contestó Ismael - no desearíamos vernos atacados por algún ser vivo que pudiera devorarnos de un bocado.

- Ya, ¿pero son conscientes de que utilizando una de esas armas podría desencadenar una catástrofe a nivel temporal? Nuestro impacto en la historia ha de ser mínimo.

- Correcto, pero como ya he dicho más vale prevenir y sólo se usarían en caso extremo. No debe preocuparse.

- Aún así me preocupa. No me gustaría cambiar algo y volver a nuestro tiempo con los dinosaurios dominando aún la tierra por ejemplo.

- ¿Qué autonomía posee el TET4? – se interesó Ross-

- Infinita - respondió Raquel -.

El paleontólogo y el historiador la miraron como si estuviese loca. Ella continuó hablando:

- Aunque le parezca una locura, varios científicos de aquí han trabajado durante mucho tiempo en mejorar notablemente los paneles solares que abastecen cada aparato eléctrico del planeta. Como bien sabrá tras la crisis vivida por la excesiva demanda de recursos, los gobiernos comenzaron a poner en marcha una globalización de la utilización de energías renovables. Los paneles solares ya funcionaban muy bien abasteciendo algunas casas y coches hace décadas. Después de la crisis del 2012 poco a poco se fueron utilizando para todo hasta que ya nada funciona hoy día con combustibles fósiles. Pues bien, aquí por lo visto han creado unos paneles solares que almacenan una cantidad de energía extraordinaria. Adosados en las alas y la parte de arriba del fuselaje el sol nos proporcionará energía que abastecerá todo el avión mediante un circuito continuo. El circuito en cuestión no sólo transportará la energía eléctrica, sino que la renovará constantemente evitando que se agote. Es fantástico y revolucionará el mundo.

La cara de Ross lo decía todo, no podía articular palabra y no pudo dejar de pensar en lo que supondría eso para todos. Energía infinita, sin necesidad de volver a cargar nada. Increíble. – pensó-.

Mientras, el abogado había acabado su discurso y los que habían permanecido atentos intentaban despejarse tras semejante coñazo. En aquel instante una voz por megafonía anunciaba que quedaban 15 minutos para el lanzamiento. Los tripulantes procedieron a internarse en el avión donde se pondrían ropa adecuada para el viaje, proporcionada claro está por la empresa, que aunque no era un uniforme ni tampoco iguales entre sí, poseían todas las prendas el logotipo de TET y un 4 junto a él. Exactamente igual que el fuselaje del avión.

La misma voz volvió a surgir por megafonía. Llegaba el momento de tomar asiento. Procedieron a subir al aparato. Los pilotos se dirigieron a la cabina y se sentaron, poniéndose los auriculares con su micrófono incorporado. Por ellos se oyó la voz del jefe de la sala de control:

- Sala de control a TET4, aquí todo listo. Procedan a encender motores. Cambio.

- TET4 a sala de control. Entendido, procediendo al encendido de motores. Cambio.

Dicho esto Raquel comenzó a pulsar los controles de encendido y los motores comenzaron a emitir el zumbido característico de la electricidad fluyendo.

- Sala de control a TET4. Procedemos a la apertura de la cúpula exterior. Cambio.

- TET4 a sala de control. Entendido. Cambio.

Sobre las cabezas de todos, una enorme cúpula que coronaba la gruta comenzó a abrirse. Era bastante parecida a la de los enormes telescopios que observaban el espacio, pero muchísimo más grande. En poco tiempo volvió a chirriar la radio:

- Sala de control a TET4. Proceda con el despegue. Cambio.

- Recibido sala de control. Procedemos al despegue. Cambio.

Raquel tomó los controles con las manos y comenzó a apretar suavemente uno de los botones del panel. El TET4 empezó a elevarse con fluidez y en pocos minutos atravesaba la enorme cúpula de la gruta. Según iban ascendiendo pudieron distinguir las instalaciones de la empresa, situadas junto a una montaña en la cual sobresalía la cúpula. Todo alrededor era desierto con algunas montañas y una pequeña ciudad a lo lejos. Cuando habían ascendido durante otros 5 minutos ya se veía todo bastante pequeño. La radio volvió a crepitar:

- Sala de control a TET4. Altura de seguridad alcanzada. Procedan al lanzamiento a mi señal. Cambio.

- Recibido sala de control. Procedemos a liberar el botón de lanzamiento. Paneles espacio-temporales correctos. Flujo de energía correcto. Todo correcto. Cambio.

- Sala de control a TET4. Procedemos a la cuenta atrás. Buena suerte. 10 y contando. 9…8…7…6…5…4…3…2…1… ¡Lanzamiento!

Raquel accionó el botón que disparaba el flujo de energía al mecanismo de viaje en el tiempo y tras un fuerte zumbido un resplandor cegador no dejó ver nada más. En las pantallas de la sala de control el TET4 había desaparecido.

Proyecto A.E. copyright © Airam Noda Gómez

1 comentario:

Jackal dijo...

Joder, ¡qué mal rollo! ¿Quién será el infiltrado ese y qué intenciones tendrá? :P