sábado, 8 de noviembre de 2008

Haz La Comunión, Pero No La Iglesia

A veces te encuentras cosas que ya ni recordabas o habían quedado relegadas a un rincón de tu mente. Hoy fui a comer a casa de mi madre, que estaba de limpieza de papeleo y se encontró esto.



A parte de venirme a la mente el típico "Joder, cómo pasa el tiempo", también me vinieron a la mente otros pensamientos más "espirituales". Al ver el recordatorio una pregunta afloró en mi mente de forma clara: ¿cuándo dejé de creer en la iglesia?.

Haciendo retrospectiva creo que ya en la época en la que daba religión en el colegio y según se iba acercando la comunión, precedidas por esas catequesis aburridísimas, no las tenía todas conmigo. Pero aún no tienes un uso de razón completo y en el fondo haces la comunión como todos los niños y niñas, además vestido de marinero, que de camisa y corbata (como quería mi madre) no me gustaba. Sin embargo con el paso de los años y tomando yo consciencia del mundo y de la vida, poco a poco llegué a la conclusión de que no creo en la iglesia. A los largo de la historia de la humanidad resulta que han cometido más barbaridades que muchas guerras (Las Cruzadas y La Inquisición, por poner sólo dos ejemplos), vivían y viven en el lujo, predican "leyes" de Dios que ni ellos mismos cumplen, aborrecen a las personas que muestran amor hacia su propio sexo pero defienden a capa y espada a sus curas pederastas, hablan de humildad y pecan de soberbia, crucifican a todo aquel que no piensa como ellos ...vamos, que hay un largo etcétera imposible de mencionar aquí.

Me pareció de risa cuando se quemó el Obispado de Tenerife y el Obispo (que conduce un Mercedes o un BMV, no recuerdo bien el vehiculo pero sí que es de lujo) pedía a todos los Canarios que colaboraran para restaurar el edificio. Que se llame al Vaticano y le pida a ellos, que tienen dinero de sobra para alimentar a miles e incluso millones de personas. La iglesia en sí es una institución que dicta sus normas en función de los intereses propios e interpreta la Biblia a su modo, lo cual lo convierte en una secta como cualquier otra. La única diferencia es que es una secta legalizada e impuesta hace siglos, mantenida por Reyes y gobiernos como algo necesario. Y ojo, para todo aquel que se sienta ofendido sé de sobra que hay verdaderos "siervos de Dios" que creen lo que predican y lo cumplen y que la gente creyente ve la iglesia como algo sagrado y lugar de alivio y arrepentimiento. Yo no dejo de respetar a esas personas, pero me es imposible respetar a la iglesia en sí.

No soy ateo, pero tampoco me estoy planteando la existencia de un ser superior, un Cielo o un Infierno. Como todos clamo a Dios cuando las cosas van mal y doy gracias cuando van bien, pero creo que es mera costumbre, como si fueran frases hechas. Yo sólo piso iglesias en Bautizos, Comuniones, Bodas o Entierros y se supone que por las personas implicadas en cada evento. De resto no voy a poner velitas a los santos, ni voy a rezar, ni a confesarme, no le pido favores a las Vírgenes (joer, que mal suena la frase), ni tampoco a Jesús. No dejo que mi vida se riga por creencias que han sido manipuladas en beneficio propio de seres humanos que bajo la excusa de obrar la voluntad de Dios, hacen y deshacen a su antojo.

Yo creo en la vida, en hacer lo correcto, en luchar por lo que se cree y por uno mismo y por supuesto, creo en las personas de mi alrededor que me demuestran cada día que están a tu lado y doy por ellos lo que haga falta.

Al igual que no fumo, no me drogo, ni me hago daño físicamente tampoco creo en la iglesia. Si según algunos voy a ir al Infierno por blasfemo, yo digo que iré a donde tenga que ir, pero con voluntad y creencias propias.

4 comentarios:

Jackal dijo...

Estoy muy de acuerdo con todo lo que expones.

Siempre desde el respeto, pero la Iglesia tiene el problema, como diría alguien que conozco, de ser una institución demasiado grande y pesada y, por tanto, lenta para moverse y evolucionar.

Por mi parte, creo en Dios pero no en la Iglesia.

Un abrazo!

PD: Tiene gracia, ahora voy a ducharme y la palabra de verificación para publicar el comentario es "duchar".

Nenhari dijo...

Pienso como Tú,creo que a la Iglesia le hace falta abrirse para que la gente quiera entrar.
Biquiños

MATANUSKA dijo...

pues si... que guapo tomando la comunión..

la iglesia debería lavarse la cara un poquito por que ocurren cosas que no gustan.

besos

Dan Defensor dijo...

Yo creo que en la iglesia en sí no creí nunca del todo, de hecho yo era de los que esperaban con ansia la comunión por los regalos (me pedí un ordenador que me regalaron entre todos mis tíos) y el banquetazo pero lo demás me daba igual.

Y en el resto de la historia dejé de creer en la adolescencia, no sé, a eso de los 15 más o menos...

Respecto al tema del cura y el coche de lujo... en eso es en lo que la iglesia debería cambiar profundamente porque vaya ejemplo que dan...

(Jo, macho, me paso poco por aquí últimamente y encima pongo a parir el clero... ejem)

Un abrazo!