martes, 27 de mayo de 2008

La Voz De La Experiencia

Se me ha ocurrido compartir algo de sabiduría adquirida con la experiencia. En este caso lo aprendido sobre lo que es una relación sana y una enfermiza, para todos aquellos/as que anden perdidos en relaciones que no saben a donde van ni por qué siguen ahí.

Allá por el 2000 conocí a mi por entonces "gran amor". Nada más conocernos hubo chispa y realmente la cosa fue muy deprisa (cosa que generalmente es muy mala) pero que por entonces y debido a la inexperiencia, fue el primer error cometido de muchos. De 4 años tan sólo 2 fueron relativamente felices. Puedo decir que ya desde los primeros momentos de la relación ella resultó ser bastante celosa.

Tan sólo un mes después de estar saliendo yo me fuí quince días a un campamento de verano como monitor, al cual ya había asistido el año anterior. Los comentarios de ella desde ese momento, aunque sutiles entonces, eran una señal de alarma clara. Que a ver si me iba a ir con alguna acampada o monitora, que si había mucha lagarta y cosas similares. Para mi desgracia había una chica de monitora en el campamento nueva ese año, que tenía fama y para más inri acabó liándose con un amigo mío que salía con una amiga de mi por entonces pareja. Para qué fue eso, porque se acabó enterando la amiga de lo de su novio y claro, la mierda me salpicó a mí. A partir de entonces sus celos fueron desatados y nunca más volvieron a desaparecer. Pero bueno, quitando eso y como ya dije, la relación era bastante intensa en todos los niveles. Contábamos los meses que llevábamos regalándonos tarjetas, nos compramos alianzas, etc. Todo era bastante ñoño. Nos creamos una burbuja donde estábamos ella y yo y fuimos perdiendo amigos hasta que quedamos solos.

Al cabo de cerca de 3 años yo comencé un trabajo de administrativo donde el 90% por ciento de compañeros eran compañeras. Imaginad el infierno cuando hice amistad con varias personas de un sexo y de otro. Si tenía amigos machos estaba bien, pero ¿amigas?, eso está mal. Hasta irme a tomar un cortado era un problema y más si el mismo día no le contaba lo que había hecho y se lo decía otro distinto. Que si me lo estabas ocultando, que me fuera a follarme a mis amigas...vamos, esas cosas que te hacen sentir una enorme seguridad en la confianza de tu pareja y un amor cada vez mayor. Y por si no se nota, estoy siendo sarcástico. No olvidarme de que ella también tenía nuevas amistades y que en su caso, por supuesto, había un chico que le tiraba descaradamente los tejos, pero sólo era un amigo o era diferente de lo mío. Qué bonita es la igualdad. Pues como es de esperar discutíamos un día sí y el otro también hasta que sin previo aviso ella me dejó un día de Navidad cuando llevábamos 3 años. Durante un mes lo pasé fatal por lo que yo creía entonces que era amor, pero en realidad era dependencia. Los celos se me comían vivos pensando en que el otro estaría como un buitre al acecho (puro egoísmo por mi parte), lo cual es una tontería, porque es evidente que lo que en realidad me preocupaba es que a ella le gustaba y lo que me pasaba es que ya no confiaba en ella. Mi cabeza ya era consciente, pero mi corazón se negaba a admitir que las cosas habían cambiado. Mi error final en esa relación fue volver cuando al mes me vino llorando porque el otro le había dicho de salir y ella le contestó que aún me quería y deseaba intentarlo de nuevo conmigo. Fui un iluso o un pringado si lo preferís. Ese último año fue el peor, porque entonces yo le dije que no me sentía igual, que la quería pero algo fallaba, como si se hubiera roto algo que antes nos conectaba. Era la confianza evidentemente. Así que ella siguió con sus celos aún peores (si miraba a una chica por la calle eran "cuernos visuales" -palabras textuales de ella-. Si veía porno, me ponía y quería hacerlo con ella estaba mal porque me había exitado con otra. Que miraba una chica gordita, que cómo podía mirar a una gorda. Que si miraba una chica de buen ver, que prefería estar con una tía buena antes que con ella. Y así podría estar días enumerando sus inseguridades).

Al final, cuando por fin comencé a hacerle caso a mi cabeza y pensé en mi propio bienestar, el mismo día que cumplimos 4 años, dejé la relación y corté todo contacto con ella para no seguir sufriendo. Me acusó de ser eso lo que siempre había querido y yo le contesté que no fui yo quien casi se había ido con otra persona y que era ella quien reharía su vida primero. Lo negó con todas sus fuerzas llorando, pero yo ya lo sabía y ella se lo seguía negando a sí misma. Efectivamente a los 3 meses estaba con otro y yo no me podía ni plantear una nueva relación. Había perdido mi personalidad, durante 4 años no pude hacer lo que me gustaba, vivía con miedo a decir cualquier cosa que ella se pudiera tomar en otro sentido... total y para resumir, yo no vivía. Sobrevivía y malvivía.

Me costó superar la relación por lo marcado que me dejó. Mientras ella estaba feliz después de hacerme la vida imposible con sus celos. La odié, vamos que si la odié. Pero al final es algo que consume más que beneficiar y con el tiempo acabas no sintiendo nada hacia esa persona. Durante un año y 2 meses estuve sin pareja. Volví a ser yo mismo, a no tener miedo de decir o hacer las cosas y conocí gente nueva a la que todavía hoy aprecio y mantengo contacto; en el caso de haberlos conocido por internet y otras que se convirtieron en buenos amigos y que veo siempre que puedo. También y sin buscarlo (ya digo que no quería embarcarme en ninguna relación seria y menos por internet) conocí a mi actual pareja, que el mismo dia en hablamos me invitó a salir con ella y una amiga porque yo no salía en ese entonces, no tenía con quién. Ninguno de los 2 buscábamos nada, pero lo encontramos (¡y menudo encuentro, uf! Jajaja.) Estábamos en el mismo punto y decidimos ser amigos... con derecho. Todo fue surgiendo paso a paso, sin forzarlo, sin contar los días ni decidir donde estaríamos en un año. Simplemente vivimos el día a día. Es la persona más simpática que he conocido nunca, abierta, comprensiva, divertida, cariñosa y sobretodo NO ES CELOSA. De hecho nos reímos juntos por la calle y ella misma me señala alguna chica y me dice mira la nenita aquella (no existen los cuernos visuales por supuesto) y en el plano sexual no existen barreras a la hora de disfrutar juntos de lo que nos apetezca. Hemos compartido vivencias viejas (cine, paseos, pateadas...) y experiencias nuevas de la vida (estuvimos a punto de ser padres y a día de hoy vivimos juntos, por ejemplo). Llevamos 2 años y algo juntos. Seguimos viviendo el día a día, sin contar cuánto nos queda para hacer otro mes u otro año y somos más felices que en cualquier relación pasada.


La moraleja principal es que no debes jamás cambiar tu forma de ser ni tu esencia por nadie. Si alguna vez tienes que cambiar algo hazlo por tí mismo/a. No pierdas tu independencia a la hora de salir con amigos/as y de hacer cosas sin tu pareja. No cuentes el tiempo que pasas con esa persona, vívelo. Y la más importante, si tu cabeza te dice que algo ya no funciona y sufres, hazle caso a ella. Al corazón le cuesta despegarse y eso te hace más daño, acabando finalmente en el mismo sitio cuando ya no se puede más. Pierde el miedo a estar solo/a y no dependas de nadie, sólo de tí. Compartir tu vida con alguien es bonito, está bien y es fundamental en una sociedad donde nos interrelacionamos. Pero ante todo lo que importa es estar bien con uno mismo o al menos todo lo bien con uno mismo que se pueda estar. Sólo así se puede afrontar una relación con serenidad y saber realmente lo que se quiere. Cuando llegas a ese punto lo demás viene solo de forma natural.

2 comentarios:

Dan Defensor dijo...

Uff, que tema más peliagudo! Si te sirve de consuelo, Trepamuros, creo que todos hemos pasado por lo mismo (yo al menos sí!).
En mi caso fue hace bastante tiempo ya, durante mis 17 y hasta los 18. Esos 2 años, como tú, estuve con una chica que me hizo quedarme sin amigos (no perderlos ya que tuve la suerte de reaccionar a tiempo y ahora salgo de nuevo con ellos). Claro, la que vino detrás tuvo que aguantar que, cuando ella se iba a casa porque tenía que madrugar, yo le dijese "cariño, me voy con esta gente que aún están de copas".
Actualmente tengo la pareja que siempre busqué. Tenemos nuestro mundo, ella tiene el suyo y yo tengo el mío ¡como el 3 en 1! jejej!
Un saludo y ¡gracias por estrenarme el blog! (¿puedo hacer publicidad? jejeje!)

Indra dijo...

Bueno que voy a opinar yo de tu comentario si estoy implicada en el , simplemente que me siento orgullosa de lo que opinas y la imagen que tienes de mi , y decir que tu me has dado mas que nadie,y que eres mejor de lo que opinan algunos , no cambies nunca ,por eso y por muchas cosas mas TE QUIERO .