Venganza

O Taken si se prefiere (aunque en este caso es de las pocas ocasiones en que traducen para mejor un título, ya que taken viene a ser algo así como tomado).
Ciertamente mis espectativas hacia este film eran casi nulas o para ser sincero, creí que iba a ser de esas mediocres. Sin embargo y sin ser una obra maestra o algo fuera de lo común (el tema central de la película ya se ha tocado mil veces), la verdad es que entretiene un montón y se pasa un buen rato.

Liam Neeson es un ex-agente del gobierno (posiblemente de la C.I.A. por lo que se alude) que quiere recuperar la relación con su hija, ya que su matrimonio está acabado. La chica acaba de cumplir los 17 y se va con una amiga a París. Una vez allí será secuestrada por criminales dedicados a la prostitución. Su padre, al teléfono durante el secuestro, grabará la conversación y mediante sus contactos averiguará a quién buscar para comenzar el rescate de su hija, usando todas sus habilidades adquiridas con los años como espía.

Me ha sorprendido la contundencia y simpleza del metraje, directo al grano. Pero también el realismo (al menos todo lo realista que se puede en una película) de las escenas de lucha (estilo puesto de moda por Jason Bourne que incluso el nuevo James Bond ha adoptado) aunque he de decir que en este caso, Liam Neeson casi no recibe palos en todo el film (vamos, que el tipo es el puto amo hablando en plata). Argumentalmente hablando, como ya he comentado, nada nuevo. Pero nada de eso le resta disfrute a una película que esperaba fuera cutre y a mi modo de ver, se ha quedado en buena y disfrutable. No me hubiera importado verla en el cine, pero como no esperaba gran cosa la he visto cómodamente en mi casa.

Mañana iré a ver El Caballero Oscuro, aprovechando que por aquí el viernes es fiesta y Chiky no trabaja, y con un numeroso grupo de personas. Veremos por fin si las maravillosas críticas a este film son merecidas (nosotros apostamos que sí).