Finalizada ya la locura navideña de todos los años y de camino a afrontar esa cuesta de 2009, (para qué engañarnos, la cuesta no va a ser sólo cosa de Enero). Con los kilitos de más gracias a copiosas comidas, turrones y otros manjares "malignos" que acechan nuestros estómagos tentándonos con sus seductores texturas, olores y sabores. Vamos de lleno a hablar de los Reyes, esa traca final de las Navidades que llena de ilusión a los niños y los no tan niños.
Se dice que estas fecha no son más que publicidad y consumismo. Estoy de acuerdo en parte, puesto que todos acabamos gastando más dinero del que debiéramos en cosas que al fin y al cabo forman más parte de nuestra satisfacción material y no de la espiritual. Sin embargo también creo que detrás de cada regalo hay un sentimiento. Cuando regalas a una persona es porque de un modo u otro la aprecias (aunque los haya que sólo regalan para "quedar bien"). A veces disfruta más el que regala que el regalado, lo cual podría considerarse egoísmo, aunque pienso que en tal caso es un egoísmo sano. De niños está claro que disfrutamos más de ser regalados porque no conocemos la realidad y, por tanto, no regalamos a nadie. El día que el jarro de agua fría te saca de tu "inocencia", pasas a conocer los problemas que conllevan tantos gastos y horas de interminables colas, pateos, peleas por los artículos, etc... (por eso yo a última hora no compro ni de coña. Empecé en Octubre y acabé en Noviembre. Diciembre fue relajado y, si se compraba algo, eran detallitos de última hora. Esa cosa que siempre ves y dices: "esto le gustará a mengano"). En fin, que en la era adulta se pierde la ilusión de antaño, pero se sustituye por otra bien distinta. Regalarle a los demás y disfrutar de sus caras.
Este año he podido hacer algo que llevo queriendo hacer casi desde que conocí a mi pareja. Para muchos la tenencia de un ordenador, ya sea en casa o portátil, es algo común y nada del otro mundo. Sin embargo para ella era un sueño de siempre, porque nunca había tenido uno. Este año por fin lo pude lograr gracias a que me acompañó el pago del sueldo, la parte proporcional del doble sueldo, una cuantiosa liquidación y las vacaciones. Esta vez sí, me dije a mí mismo. Le compré un portátil de esos pequeños que han salido de un tiempo a esta parte. Sabía que le haría ilusión y tenía unas ganas tremendas de que llegasen los Reyes para dárselo. Para lo que no estuve preparado fue para su reacción, porque me descolocó. Cuando abrió el paquete pasó por varias reacciones en pocos segundos: pegó un gritito de la impresión, se puso tensa de la emoción y acabó llorando como una magdalena. Entre lágrimas me dijo que por qué me había gastado el dinero y yo, entre lágrimas también, le contesté sin pensar: porque te quiero. Fue un momento muy intenso porque, detrás de las lágrimas que fueron de pura felicidad, viene mucho sufrimiento durante el año pasado. Hablamos de mi paro durante todo un año, de estar ella soportando todo el peso de los gastos, de disgustos familiares por parte de mi padre y en menor medida de mi hermano y su mujer, de rozar la depresión por la falta de trabajo, de casi no vernos a pesar de vivir juntos por los horarios del suyo y de los últimos meses por los de los dos, etc, etc, etc... En ese momento juro que cada fibra de mi ser y tras muchísimos años, lloré de felicidad porque a pesar de todo nos tenemos el uno al otro, porque verla así me hizo vislumbrar a esa niña que lleva dentro y nunca tuvo un ordenador y porque ella se merece eso y muchísimo más. De todos estos Reyes e incluso de todas las Navidades me quedo con ese momento, sin ninguna duda.
Por supuesto no iba a sacarla llorando (más que nada porque yo también lloraba y no saqué fotos. ¡Maldita sea! Jajajaja).
Por supuesto yo también recibí unos Reyes interesantes, con cosas que había pedido:
Como siempre, películas. Para un cinéfilo es como el aire que respira. Jajajaja. Y un par de juegos de Play2.
También están los regalos que sabes todos los años que van a caer:
¿Unos Reyes sin ropa, calzoncillos y calcetines?. Eso no son Reyes. Jajajaja.
Luego están los regalos que si no te los dejan es que no eres tú:
Si es que a un fan de Spider-Man que se precie no le cae algo relacionado...Un espejo y un juego de tazón, taza y plato.
Los regalos inesperados también tienen cabida, cómo no. Este año Chiky consiguió que se me rayasen los ojos y si no volví a llorar es porque ya lo había hecho en casa con ella y porque estaba en casa de mis suegros:
Un disco duro externo para el PC. Y bien que me vino, porque últimamente me está fallando por "la edad" y cualquier día se me va al cielo de los componentes electrónicos. 640 gigas que tiene, si lo lleno alguna vez será de chiripa. Jajajaja.
Y aquí está la sorpresa máxima, tan inesperada para mí como para ella el portátil. No supe ni qué decir (bueno, en realidad sí, pero no fue bonito. Jajajaja). Como ya le comenté al amigo bloguero Daniel, a mí también me deben de querer mucho, demasiado diría yo. Con todo lo que me había regalado ya me bastaba.
También la miembro más reciente de la familia tuvo sus regalos en sus primeras Navidades con nosotros. Es revoltosa, nerviosa, caprichosa, le gusta morder jugando, te araña con las uñas de las patas, se enfada cuando le pones el bozal para que no muerda todo lo que pille y es una pelota de cuidado...también es cariñosa, juguetona, agradecida, hace sus cosas en el periódico (a menos que esté lloviendo, ya que los periódicos están en el patio), se echa con uno a dormir y hasta que no te levantas no se mueve... ¿cómo no íbamos a quererla?.
Sí Kiara, toma el hueso de goma y deja mis zapatillas de una vez.
Para finalizar, omitiendo aún otros regalos como tenis (zapatillas deportivas), más ropa, temporada 11 de Los Simpson, etc... pasamos a lo que viene siendo habitual después de Reyes. Siempre te regalan algo que a posteriori, te hace autoregalarte algunos detalles. En mi caso no podía ser otra cosa que: ¿Lo adivináis?... Pues sí, más películas. Jajajajaja.
Como no me cayeron muchas series, me pillé dos que me apetecía tener. La excelente Roma y la nostálgica Dragones y Mazmorras.
Y como la fiebre del BlueRay está que arde, una selección de títulos para disfrutar en alta definición, aprovechando 3x2ces de Carrefour y descuentos de El Corte Inglés... bueno, vale, lo confieso, también pillé alguna sin descuentos ni ofertas. Qué le vamos a hacer. Jajajajaja.
Y así doy por concluído este segundo post del año. Aunque en realidad es como si fuera el primero. Sé que ha quedado extenso, pero ya que llevo tiempo sin postear decentemente, qué menos que ofrecer un par de minutos de lectura y visionado. En fin, Feliz Año a todos y a seguir en la brecha. Un saludo.
5 comentarios:
Pero a donde vas muchachoooo!! Te vas a tener que mudar de piso a uno con una habitación más para meter todo eso!!
De todas formas, te digo una cosa, no te hagas ilusiones porque te han engañado, chaval... En realidad lo que han hecho ha sido darte TODOS los regalos que te correspondían durante 2009, así que no esperes nada más durante los meses que quedan ¡UAJAJAJAJAJJAJ, qué malvado soy, UAJAJAJ!!
Un abrazo y que los disfrutes con salud!!!
Eso es que os habéis portado bien durante todo el año pasado ;-)
A disfrutarlos con salud, y gracias por la parte que me toca (tú ya sabes a qué me refiero).
Un abrazo!
a mi braguitas jajajaja, tienes razón la verdad es que siempre calzoncillos jajajaja y nada mas me habré portado mal? jajajajaaja
besosss
bueno bueno, esos reyes a mi no me visitan jajaja.
Me ha emocionado mucho lo del ordenador de tu pareja. Me alegro mucho por los dos.
Un besito
Bueno siempre dices q no te escribo asi q ahora te voy a escribir ,jijjj .Sabes que mientras yo pueda te dare todo lo que te hace ilucion igual que tu lo has hecho con el portatil.De momento eres mi niño chikito. mas adelante dios dira jijijijiji te quiero mucho TONTOLITO .BESITOS
Publicar un comentario