Poco tiene que ofrecer ya esta saga. Encontraremos más de lo mismo: Jason repartiendo "alegría" a patadas, persecuciones en coche y situaciones imposibles. Al igual que en la segunda habrá un secuestro, solo que esta vez de la atractiva hija de un ministro ruso, para que firme un tratado con empresas que transportan residuos tóxicos. Sin necesidad de extenderme ya podéis imaginaros donde acabarán las famosas reglas de Frank Martin con respecto a no abrir el paquete y demás. En fin, bastante más floja que las dos anteriores y más fantasmadas por "metraje cuadrado". Aunque entretenga, lo cierto es que la encontré más aburrida y repetitiva que nunca. Y es que cuando una saga no se deja donde se tiene que dejar, se corre el riesgo de no tener otro objeto más que el dinero fácil. Ocurre con las grandes superproducciones y también con las más modestas, como es el caso que nos ocupa.
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1 comentario:
Imagino que obviamente poco nos va a sorprender la saga a estas alturas; pero igualmente me encantan estas pelis "burras" sin mayores pretensiones.
Todo sea por echar un rato jeje.
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