viernes, 14 de agosto de 2009

BATMAN. JUSTICIA CIEGA de SAM HAMM, DENYS COWAN y DICK GIORDANO.

Lo cierto es que me esperaba más de esta historia. Te la venden orientada hacia el descubrimiento de detalles de la juventud de Bruce Wayne y la aparación del mercenario Ducard, mentor del multimillonario y llevado a la gran pantalla en Batman Begins, aunque en ese caso como alter ego de Ra´s al Ghul. Claro, con esa premisa y teniendo en cuenta que se han molestado en reeditarla en tapa dura, pues como que era para mucho más.

La historia trata de unos experimentos ilegales de control mental ejecutados por Waynetech sin que su dueño, Bruce Wayne, tenga conocimientos de los mismos. Cuando por ciertas cirscunstancias indaga y descubre estos manejos a sus espaldas, decide cerrar todo el proyecto y denunciarlo a las autoridades. Sin embargo los implicados se las arreglarán para que el filántropo playboy sea acusado y detenido por espía y traidor. En su contra (y he ahí el momento de la visita al pasado de Bruce) tendrá sus largos años de viajes y entrenamientos de lucha con personajes de dudosa legalidad. Y esto sólo dura unas viñetas, sus recuerdos mientras lo interrogan sobre el asunto. Luego aparecerá en escena el mismo Ducard, dispuesto a hacer un trato con los que tendieron la trampa a Wayne a cambio de ciertos favores con sus problemas con la ley en diversos países.

No sé, yo me esperaba un verdadero viaje por los recuerdos de Bruce, mostrándonos numerosos momentos de su pasado y un enfrentamiento digno contra su antiguo mentor Ducard. Sin embargo, ni hubo lo uno ni tampoco lo otro. Se queda en una historia normalita del Hombre Murciélago, con una trama que afecta en este caso a su identidad civil y que lo pone en un aprieto grave.

Sinceramente de la única manera que me atrevería a recomendar este cómic es si os lo tomáis como uno más y no algo demasiado especial, porque de otro modo os decepcionaríais. Es que ni siquiera me ha parecido una de las historias más destacables de Batman, no entiendo bien por qué se le ha dado tanto bombo de cara a la galería, aparte de el hecho de querer venderlo. Pero es que aún así, no entiendo la visión empresarial al dedicarle un formato tan especial a algo tan sencillito y poco trascendestal, cuando fácilmente se podía incluír en un coleccionable. En fin, no siempre se puede salir ganando con las compras.

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