lunes, 10 de agosto de 2009

Cumpliendo 32. Reflexión.

Lo cierto es que no siento nada especial, ni siquiera algo de ilusión. He llegado a la conclusión de que el año pasado lo cogí con más alegría, era más feliz. No tenía trabajo, pero sin embargo hice nuevas amistades que valen la pena e hice muchas cosas durante el verano, me sentía mucho mejor. En cambio hoy no siento nada de ilusión. Esos mismos amigos están más ocupados que el año pasado y no hemos hecho casi nada juntos. Pero lo peor es haber pasado por lo del trabajo. Que un jefe cometa el error de contratar a otra persona detrás de tí para sustituir a una persona que no se ha ido aún y que al final no se va porque no la quieren en el otro lado, es de imbécil. Claro, sobraba uno y como la más nueva es amiga o conocida de, pues no la tocan. En cambio a mí me llevan a un bar a pedirme que me coja la baja voluntaria para supuestamente ofrecerme trabajo donde al otro compañero no lo quisieron. Qué gracia. Con un piso que hubiera tenido que dejar si no hubiese conseguido este curro y un contrato hasta Octubre iba yo a arriesgarme a pedir una baja y quedarme sin nada. Pero al señorito no le gustó. Un niñato de veintitantos con un cargo que se cree todo un hombre, pero es incapaz de aguantarte una mirada o decirte las cosas de frente. Como no le gustó me puso siempre de noche, incumpliendo contrato vigente firmado y haciéndome ocupar un puesto y un turno inexistentes. Por supuesto tomé medidas legales dentro de la empresa e hice un escrito para reclamar que se cumpliese mi contrato. Sin embargo, lejos de hacer lo correcto a pesar de que un superior suyo dijo que eso no podía ser y que lo arreglase, mi jefe se saca un escrito desfavorable de mi trabajo firmado por el Subdirector del lugar donde trabajo, que no es la empresa que me contrata, fechado el 28 de Mayo (a seis días de empezar a trabajar allí) y que se me entrega el 13 de Julio. Qué casualidad, aparece justo después de presentar mi escrito y encima es mentira, porque sólo trabajé dos días de mañana, ya que luego me pusieron de noche siempre. ¿Cómo pueden decir que mi nivel de trabajo es muy inferior al de resto de compañeros?. En fin, para qué devanarse la cabeza, ya sé que es una treta de mi jefe para tener donde apoyarse. Aparte tengo una reunión con él y un jefe regional que lejos de hacer cumplir mi contrato me ofrece "una solución": ¡o trabajo siempre de noche o prescinden de mi contrato!. Vamos, que de solución nada, es una imposición y además que no soluciona nada, para mí claro. Además me tilda de vago, que no quiero trabajar de noche dice, que cualquiera en mi lugar aceptaría lo que se le dijesen. En eso basan su defensa, qué gracia. Ah, y no os lo perdáis, yo porque llevo 4 días en la empresa, pero eso de ir a los bares a solucionar asuntos de trabajo en esa empresa es normal. Fueron las palabras textuales de un jefe regional de una empresa que pertenece al Estado. ¡Toma ya, con dos cojones!. No sólo no me solucionan nada sino que encima me ofrecen quedarme como estoy y lo llaman solución. Ole, viva España y sus empresas de corruptos. Y así que me quedé hasta que volvieron a llamarme, claro, yo sabía que no iba a quedar de ese modo porque les seguía sobrando una persona. Es un sueldo más, por un puesto ridículo, inexistente e ilegal. Así que me reúno con mi jefe y otro jefe distinto que me vuelve a ofrecer lo mismo que no acepté la primera vez, no por capricho ni porque no tuviera necesidad de pedir una baja y quedarme con el culo al aire, sino porque lo que me ofrecen requiere coche y carnet, algo que le dije la primera vez que no tenía y ellos lo que hicieron es decir que no quiero trabajar. Es muy fuerte. Claro, me dijeron que ellos no querían despedir a nadie y en su "infinita bondad" me ofrecen de nuevo el puesto al que no puedo ir porque no tengo medios para llegar a tiempo y además, tras lo vivido, menos me iba a arriesgar a pedirme una baja para que luego me digan que no me contratan o que me contraten pero luego me despidan por llegar tarde al trabajo. Así que finalmente me despidieron, alegando que reconocen el despido improcedente pero que las razones son que yo había bajado el nivel de trabajo progresiva y voluntariamente. Y no señor, no me da la gana. Ya es una cuestión de principios. Nadie juega con mi reputación para quedar él bien por haber metido la gamba y contratar a una persona de más teniendo a la otra aún con contrato. El mío era específico para sustituír vacaciones, pero el de la nueva era para sustituír un puesto vacante que no estaba vacante. Lo más increíble de todo esto es que mi madre lleva 21 años en esa empresa y no se puede creer todo esto. Los artífices de joderme no se atreven ni a mirarla a la cara y sin embargo fueron capaces de hacer lo que han hecho. La compañera que me avisó de que cogerían vacaciones y que iban a contratar a alguien para sustituírlas (que al final fue el mismo jefe quien le dijo a mi madre si estaba yo libre, no fui yo quien fue a dar con él) se siente culpable por avisarme. Encima es eso, sufren personas que no tiene por qué sufrir. A Chiky el azúcar se le ha descontrolado durante todo este calvario, yo tengo el sueño totalmente desajustado, tengo pesadillas y me siento desmoralizado. Desmoralizado porque siempre he sido una persona trabajadora, seria y responsable en un mundo donde eso se lo pasan por el forro de los cojones y lo que vale es quién pisa más al otro, critica, hace la pelota al jefe y trabaja menos. ¿Dónde están los valores que me enseñaron de pequeño o la seriedad y formalismo de la época de mis abuelos?. Ahora sólo hay que ver el tipo de juventud que accede a los trabajos. La misma compañera de Chiky no es más que una niña caprichosa de 22 años que no hace más que hablar de ella, de dinero, de que su novio la lleva a no sé donde y le compra esto y aquello. Pero hace menos dinero que Chiky, no limpia, no saca la basura y cambia todo lo que mi pareja hace en el escaparate. Ese es el perfil del trabajador de hoy en día, vagos sin valores, que no tienen ni puta idea de lo que cuesta ganar el dinero ni lo difícil y afortunado que es tener un trabajo. Y peor que ellos son los empresarios, que no se ocupan de mirar el tipo de personal que tienen y valoran a este tipo de personas.

Por todo esto digo que estoy desmoralizado y no soy felíz, al menos no como el año pasado. A veces me pregunto si vale la pena tanta lucha y tener unos valores. Tampoco puedo cambiar, es mi naturaleza hacer la cosas bien y currar como es debido. Es un virtud, pero parece una maldición. Cumplo 32 años y no siento nada diferente. Sólo puedo pensar que cuanta más edad menos posibilidades de conseguir un trabajo. Da igual que uno tenga una madurez y un rodaje, que tengas experiencia para algunos puestos o que quieras aprender. Siempre contratarán al niñato inconsciente que se escaqueará cuanto pueda, le dorará la píldora a los jefes y se le puede engañar y pagar una miseria. Intento verle el lado positivo a las cosas, pero hoy no me sale. Por norma general lo llevo bastante bien, no he perdido la fe en que saldré y saldremos adelante. Porque lo único bueno y seguro que tengo es mi familia (la de mi madre, porque por parte de padre mejor no hablar, ese cabrón que no me deja ver a mi hermana, a la cual echo de menos muchísimo y que ya tiene 13 años mientras a mí se me está convirtiendo en una desconocida) y a Chiky y sus padres, que son más que una pareja y unos suegros. Es mi amiga y ellos mis segundos padres, mi apoyo y en muchas ocasiones mi guía. Y tambien nuestra alocada pero cariñosa Kiara, nuestra perra que nos hace compañía a cada instante. Eso es lo que importa para seguir luchando. Pero hoy no siento nada especial, aparte de la derrota física, psicológica y moral. Qué tiempos aquellos en los que las preocupaciones eran pocas (aunque tampoco tuve una infancia muy agradable en muchos aspectos).

En fin, necesitaba desahogarme y escribir es una manera de hacerlo. Espero no haberos dado mucho el coñazo, ha tocado post introspectivo... y quejica.




7 comentarios:

Indra dijo...

BUENO NENE ANIMATE QUE DE COSAS PEORES HEMOS SALIDO , YA VERAS QUE UN DIA LA SUERTE NOS SONRREIRA UN POCO Y ESTA CLARO QUE POR LO MENOS NOS TENEMOS EL UNO AL OTRO Y TENEMOS A FAMILIA Y AMIGOS QUE NOS QUIEREN . TODO ES AVANZAR Y NOSOTROS LO HACEMOS, ASI QUE ARRIBA ESE ANIMO Y A DISFRUTAR DEL DÍA QUE TU TE LO MERECES .

Indra dijo...

AAAAAAAHHHHHH SE ME OLVIDABA QUE TE QUIIIIIIEEEEEERRROOOOOO MUUUUUUCHOOOOO JEJEJEJE.

Anwar El Maatawy dijo...

Felicidades !!!

Y mucho ánimo y a seguir palante, ya veras como la vida pone a cada uno en su sitio que comom decía mi abuelo "tarde o temprano los que obran mal acaban pagandolo"

Saludos

Dan Defensor dijo...

Venga niño, sé que son momentos duros y nos ha tocado vivir una época malísima pero saca fuerzas de donde sea y a seguir lucando. Al final a ese tipo de personas la vida les devuelve tanto mal que han causado y les pone en su sitio, que es lo que se merecen.

32 tacos, ay que viejuno madre!!! No como mi Silvia que hoy cumple... ¡ahivá, 32 también! Tengo que replantearme mi relación, jejjejeje...

Un abrazo!

Trepamuros dijo...

Muchas gracias por las felicidades y los ánimos Anwar y Daniel. Son momentos de horas bajas en las que te desmoralizas por mucho que quieras hacer todo lo contrario. En fin, se me irá pasando supongo. Mañana tengo que ir al sindicato a pedir cita para un abogado, a ver qué me comenta del tema y si vale la pena denunciar, porque mientras haya una posibilidad de hacer justicia y defender mi honor lo haré (sí, sé que queda muy a lo caballero y duelo a espada o pistola. Jajajaja) pero creo que la mejor razón para luchar por algo es por tus derechos y tu reputación. Ya me han vapuleado bastante.

Anónimo dijo...

aún estás joven , feliz 32 años , saludoss.

Pedro dijo...

¡Buen ánimo! Que al mundo lo tengo yo vencido. A mí me dijeron una vez que a partir de los 30 quizás se tienen menos energías que a los 20, pero están mejor concentradas. Nunca desfallecer, no desanimarse, no rendirse, luchar siempre. Saludos desde el abismo que devuelve la mirada.