Sherlock Holmes.

Empezamos el año con la nueva y enésima adaptación del mítico personaje de Sir Arthur Conan Doyle. Estaba ya cantado que esta nueva visión iba a estar acorde con los tiempos que corren, con más acción de la acostumbrada por Holmes y sus seguidores.

Mi impresión de la película, a grandes rasgos, ha sido buena. Es un producto típico de puro entretenimiento con humor, acción y aventura. Sin embargo es absolutamente predecible en todos sus aspectos, incluídos los misterios que posteriormente el mismo Holmes desvela con su (no) tan brillante lógica, ya que como digo no hay que ser muy despierto para adivinar todo, incluída la identidad de un misterioso personaje que ronda el metraje hasta el final sin mostrarse. Esto último es lo que más me ha impedido poder meterme en la historia y disfrutarla al 100%.

Destacable es sin duda la actuación de Robert Downey Jr, carismático y desaliñado Sherlock Holmes, el cual difiere del clásico inglés elegante y estirado (en este caso estos atributos los posee en mayor medida Watson, aunque a su modo Sherlock Holmes también los posee) que siempre se nos ha mostrado. Como destacable es también el modo en que han plasmado la manera de utilizar Sherlock sus dotes de observación para ganar peleas, visualizando previamente cada movimiento que ejercerá en ya típicas escenas a camara lenta tipo Matrix con la voz en off del personaje explicando cada uno de ellos.

Actuaciones bastante correctas, con algunos personajes inevitablemente estereotipados, como en cualquier película de este tipo. Ambientación conseguida, vestuario típico y música no demasiado destacable (le he escuchado cosas mejores a Hans Zimmer, eso está claro), pero cumple su cometido. En general, como digo, disfrutable a pesar de la excesiva obviedad de los misterios.

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