Para los que crecimos en la década de los 80 el cine siempre fue una fuente de inspiración y fantasía. Disfrutábamos como niños de series, películas y juguetes. Claro que entonces éramos niños. Sin embargo no creo que ningún niño de hoy día sienta, viva ni piense como lo hicimos nosotros. Eran otros tiempos en los que los días de Reyes salíamos a la calle a jugar con la pelota, la bici o las pistolas de juguete que nos habían dejado. Eso de quedarse en casa viciándose a una consola era ciencia-ficción. El cine de entonces era mágico y lleno de imaginación. La carencia de medios daba lugar a una creatividad desbordante y de calidad que hoy día ni con todos los CGI del mundo consiguen alcanzar. Había algo en aquellas maquetas, aquellos muñecos parlantes y efectos ópticos y rudimentarios que nos hacían viajar a mundos insospechados y llenos de vida. Los que vivimos nuestra infancia entonces lo sabemos bien. ¿Quién no recuerda con cariño aquella Historia Interminable?. Soñábamos con ser Bastian y vivir sus aventuras en Fantasía. ¿Y Dentro Del Laberinto? Siempre estuve enamorado de Jennifer Conelly en esa película (y hay que ver lo bien que se ha cuidado hasta hoy día). ¿Os acordáis de El Cristal Oscuro? Como unos muñecos podían dar tanto miedo a la vez que entretenían. Por último y para no extenderme en los muchos filmes que marcaron nuestra infancia, ¿vieron alguna vez Regreso A Oz? Esa segunda parte de El Mago De Oz distribuída por Disney, bastante oscura para pertenecer a la casa de la inocencia. Son sólo cuatro ejemplos que a pesar del tiempo son totalmente atemporales, obras con personalidad que llegan incluso a los más jóvenes de hoy día. Y es que no por más efectos especiales que le pongan a las películas las convierte en buenas. Lo único que han conseguido es dejar de lado la historia, que es la base de cualquier entretenimiento y sin ella sólo nos quedan imágenes llamativas hechas a ordenador. No he visto aún una sola película actual que me hiciera volver a soñar como antaño. La única que me dió una sensación parecida fue Harry Potter y La Piedra Filosofal, pero sin llegar a mucho más. Lás demás denotan una falta de imaginación y de sorpresa horribles, siempre intentando deslumbrar con imágenes apabullantes y guiones mediocres. Ni Narnias, ni Spiderwitches y mucho menos La Brújula Dorada (aburrida y tediosa donde las haya y que encima ganó el Óscar a los efectos especiales cuando eran malísimos y habiendo un Transformers ahí, claramente superior en ese campo). Yo hecho de menos los Willows, las Historias Interminables, Cristales oscuros, Laberintos, Ozes, Goonies... Testimonios visuales de una época y una generación que daba lo mejor de sí, cuando la imaginación dominaba aún la tierra.
jueves, 22 de mayo de 2008
Cuando La Imaginación Dominaba La Tierra (I)
Para los que crecimos en la década de los 80 el cine siempre fue una fuente de inspiración y fantasía. Disfrutábamos como niños de series, películas y juguetes. Claro que entonces éramos niños. Sin embargo no creo que ningún niño de hoy día sienta, viva ni piense como lo hicimos nosotros. Eran otros tiempos en los que los días de Reyes salíamos a la calle a jugar con la pelota, la bici o las pistolas de juguete que nos habían dejado. Eso de quedarse en casa viciándose a una consola era ciencia-ficción. El cine de entonces era mágico y lleno de imaginación. La carencia de medios daba lugar a una creatividad desbordante y de calidad que hoy día ni con todos los CGI del mundo consiguen alcanzar. Había algo en aquellas maquetas, aquellos muñecos parlantes y efectos ópticos y rudimentarios que nos hacían viajar a mundos insospechados y llenos de vida. Los que vivimos nuestra infancia entonces lo sabemos bien. ¿Quién no recuerda con cariño aquella Historia Interminable?. Soñábamos con ser Bastian y vivir sus aventuras en Fantasía. ¿Y Dentro Del Laberinto? Siempre estuve enamorado de Jennifer Conelly en esa película (y hay que ver lo bien que se ha cuidado hasta hoy día). ¿Os acordáis de El Cristal Oscuro? Como unos muñecos podían dar tanto miedo a la vez que entretenían. Por último y para no extenderme en los muchos filmes que marcaron nuestra infancia, ¿vieron alguna vez Regreso A Oz? Esa segunda parte de El Mago De Oz distribuída por Disney, bastante oscura para pertenecer a la casa de la inocencia. Son sólo cuatro ejemplos que a pesar del tiempo son totalmente atemporales, obras con personalidad que llegan incluso a los más jóvenes de hoy día. Y es que no por más efectos especiales que le pongan a las películas las convierte en buenas. Lo único que han conseguido es dejar de lado la historia, que es la base de cualquier entretenimiento y sin ella sólo nos quedan imágenes llamativas hechas a ordenador. No he visto aún una sola película actual que me hiciera volver a soñar como antaño. La única que me dió una sensación parecida fue Harry Potter y La Piedra Filosofal, pero sin llegar a mucho más. Lás demás denotan una falta de imaginación y de sorpresa horribles, siempre intentando deslumbrar con imágenes apabullantes y guiones mediocres. Ni Narnias, ni Spiderwitches y mucho menos La Brújula Dorada (aburrida y tediosa donde las haya y que encima ganó el Óscar a los efectos especiales cuando eran malísimos y habiendo un Transformers ahí, claramente superior en ese campo). Yo hecho de menos los Willows, las Historias Interminables, Cristales oscuros, Laberintos, Ozes, Goonies... Testimonios visuales de una época y una generación que daba lo mejor de sí, cuando la imaginación dominaba aún la tierra.
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2 comentarios:
Jo ... que recuerdos ... me dan ganas de verlas otra vez todas, jejejeje aunque mas de una ya la he visto como 20 veces. Son películas que cuando eras niño veías una y otra vez y nunca te cansaban ni te aburrían, hoy en día entre la masificación que hay en el mercado ya es dificil hasta distinguir lo bueno de lo malo y mas cuando eres un niño ... es una pena.
Estoy de acuerdo en que, hoy día, es dificil emocionar a los chavales pero se juntan varios elementos.
Nosotros éramos más inocentes, más ingenuos, los chavales de ahora, puf, se las saben todas. Creo que la sociedad actual, en conjunto, los hace madurar antes.
También es cierto que los dibujos de ahora o películas infantiles son más agresivos (tu mismo ejemplo de Harry Potter vale, creo yo).
Por cierto, me gustan este tipos de post que atacan a la nostalgia. Yo mismo abrí esta tarde uno en mi blog que, pretendo, sea el inicio de una larga cadena.
Un saludo!
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