Cuando La Imaginación Dominaba La Tierra (II)

Los dibujos animados. Hoy en día más adultos, complejos e incluso agresivos para una generación más espabilada y por desgracia, más carente de valores y de inocencia. Sin embargo hubo un tiempo en que los niños éramos más tontos, inocentes de pensamiento y obra. En los 80 hasta decir teta, culo o chocho era un tabú prohibido y mágico. Un taco era una barbaridad y faltarle el respeto a un mayor se arreglaba con un buen castigo o con una buena nalgada disciplinaria (lo cual no ha de confundirse con abuso y agresión a menores. Son dos cosas distintas). Hoy se consiente mucho y se tiene miedo a los menores, porque tienen un poder que en realidad debería ser una protección para los casos de verdadera agresión o abuso. No obstante ellos se amparan en esa ley del menor para hacer lo que quieran y ser intocables (no todos evidentemente, pero sí bastantes a los que una buena nalgada a tiempo les hubiera quitado la tontería). Una vez hecho este pequeño pensamiento personal, vayamos al tema principal.

En los 80 proliferaron miles de series de dibujos (y sin ser de dibujos) que llenaban las tardes a la hora de la merienda de ilusión y fantasía. Eran sencillos, infantiles (obviamente) y algunos educaban mucho más y de manera más divertida que cualquier profesor en el colegio. No hace mucho me puse a buscar canciones de aquellas series que tanto me dieron en mi infancia, que son quizás, uno de los mejores recuerdos que tengo de esa etapa de mi vida (pues mi infancia no fue agradable). Me entró la añoranza al escuchar de nuevo y tras tanto tiempo sintonías simples e inocentes y por un momento recordé lo que era ser niño, tan lejano ya en el recuerdo. ¿Recordáis surcar el espacio con Ulises 31, Telémaco, Nono y Thais? O quizás huíais de los trolls junto a David el Gnomo y su zorro. Puede que os gustase más vivir diminutas aventuras en Fragüel Rock o con Los Diminutos. ¿Dísteis la vuelta al mundo con Willy Fog? Puede que os convirtiérais en gallardos mosqueperros con D´artacan y sus amigos. ¿Vivísteis en Eternia la lucha contra Skeletor por parte de He-Man? ¿Llegásteis a bucear en el mundo submarino de los Snorkerls? Supongo que reíríais con las disparatadas aventuras del Inspector Gadget, siempre salvado por su sobrina u os convertísteis en héroes extraordinarios en un mundo mágico de Dragones y Mazmorras tras un paseo en la montaña rusa. ¿Fuísteis un caballero de brillante armadura zodiacal u os nombraron Campeones del fútbol por aguantar partidos de eterna duración?

La lista es larguísima. Gi-Joe, Transformers, Alvin y las ardillas, Calimero, Chip y Chop, Don Quijote de La Mancha, El Pato Darkwin, Patoaventuras, Isidoro, La pequeña Lulú (no confundir con las edades), Los Fruitis, Los Osos Gummy y los Amorosos, Los Teleñecos y los Pequeñecos, Lucky Luke, Los Pitufos, Mazinger Z, Naranjito (para quien no lo sepa mascota del mundial España´82 que tuvo sus dibujos animados), Popeye el marino, Pumuky, Scooby Doo, Sherlock Holmes, Érase una vez... el hombre, la vida, los inventores y el espacio (así si daba gusto aprender) y como olvidarnos de Barrio Sésamo con su Espinete, Epi y Blás y sus Teleñecos. Pasando por La Bola De Cristal con su estrafalario personaje la Bruja Avería, con los pelos hechos de cables. Hasta el Libro Gordo de Petete me vino ahora a la mente y posiblemente dejo en el camino muchísimos más que nos dieron horas de diversión y aprendizaje. Eran otros tiempos. Una frase que decían mucho nuestros abuelos y nuestros padres. Ahora somos nosotros quienes la utilizamos y en el futuro lo dirán nuestros hijos. Cada generación vive su época con intensidad y añorará siempre lo que fue. Sin embargo sigo pensando que en los 80 la imaginación dominaba aún la tierra.