Cuando La Imaginación Dominaba La Tierra (III)

Durante los 80, los que fuimos niños no vivimos tan sólo de películas de fantasía y de dibujos animados. También hubieron series que nos marcaron para siempre. Series que son únicas y que poseían el encanto y la imaginación que ya se han perdido. Aunque hoy día las hay muy buenas, pocas sorprenden de verdad.

EL EQUIPO A. Cuatro ex-combatientes de Vietnam encarcelados injustamente por un delito que no cometieron, escapan de la cárcel para viajar por todo EEUU ayudando a todo aquel que lo necesite (generalmente de abusones armados). Por supuesto sus habilidades no se limitaban tan sólo a saber combatir. También eran capaces de convertir cualquier vehículo en un tanque y arma mortífera (aunque nunca muriera nadie). Se llevan años hablando de una posible película.

MCGUIVER. Este hombre hacía virguerías con cualquier objeto. Como el Equipo A pero a lo bestia. Siempre escapaba de las situaciones comprometidas creando armas, utensilios o lo que le hiciera falta en cada ocasión con las cosas más inverosímiles y cotidianas. Siempre se hacía el mismo chiste en aquella época, que Mcguiver con un clip y un chicle te fabricaba una bomba y cosas similares.

EL COCHE FANTÁSTICO. Un justiciero llamado Michael Knight trabajando para una organización secreta acompañado de un coche indestructible e inteligente, equipado con todo tipo de armas y capaz de hablar y razonar. KITT fue una de esas maravillas que nos dejó a todos pegados al televisor horas y horas. Actualmente se ha hecho una película para T.V. donde el hijo de Knight ha tomado el relevo con el nuevo y remodelado KITT. La peli no está mal, pero se echa de menos que el coche salte, se ponga a dos ruedas y el sonidito de la luz roja cuando se mueve de un lado a otro. No sé si será un episodio de prueba para una futura serie o se quedará como está. El tiempo dirá.

V. LOS VISITANTES . 50 naves espaciales se sitúan alrededor del mundo flotando por numerosas ciudades del planeta. Los alienígenas se presentan como pacíficos viajeros en busca de alimento y agua bajo apariencia humana y se van infiltrando en gobiernos y cualquier medio que controle el planeta. Un periodista llamado Mike Donovan descubrirá las verdaderas intenciones de los visitantes. Han venido a conquistar y su alimento somos nosotros. Lo mejor, su aspecto real está escondido tras elaboradas máscaras humanas, son lagartos de apariencia humanoide. La resistencia ha comenzado y lucharemos hasta la Victoria. Una de las maravillas de la época. ¡Como se disfrutaba! Actualmente lleva años circulando el rumor de una continuación llamada V. La Segunda Generación.

EL GRAN HÉROE AMERICANO. Imaginad los poderes de Superman y la torpeza de un niño. Así es este superhéroe venido a menos que gracias a unos extraterrestres adquiere un traje que le otorga superpoderes, pero no consigue utilizarlos bien porque pierde el manual de instrucciones (si jode perder el de un móvil imaginad el de un traje así). Vuelos torpes, aterrizajes forzosos y hasta resbalón con cáscara de plátano son algunas de las peripecias que vive y acaba resolviendo los casos por la ayuda de un agente del FBI. Desternillante donde las haya, fue una respuesta clara al éxito de la película de Superman en tono de humor simple y directo.

GALÁCTICA. ESTRELLA DE COMBATE. Serie espacial claramente aprovechada por el tirón de la exitosa saga Star Wars. Los humanos son atacados por unos robots llamados Cyclos, creados y utilizados por la humanidad hasta que se rebelaron. Obligados a huir por el confín del espacio en naves, entre las que se encuentra Galáctica. Una odisea que los llevará por miles de mundos en busca del planeta que una vez fue un hogar: La Tierra. Actualmente existe una continuación que está teniendo bastante éxito. Por lo tanto uno de los pocos casos en que han sabido coger una idea original y pulirla adecuadamente.

Son sólo 6 de las series que marcaron en la década de los 80, por lo menos a mí. Es una lástima que se intenten reavivar algunas de ellas, lo cual no sólo demuestra que se han quedado sin ideas sino que no se puede emular el éxito de un buen producto, excepto raras excepciones.