Wall-E

Sinceramente hablar de Wall-e es decir que Pixar se ha superado a sí misma. No hay un sólo detalle que pueda ser considerado negativo y encima es una de esas veces en el que el doblaje español ha sido muy cuidado, por lo que no pierde nada respecto al original (si hicieran lo mismo con todas las películas...sobretodo con El Joker de la última de Batman, que ya por los trailers se ve que vamos a perder muchísimo de la interpretación de Heath Ledger).

Wall-e es una historia de amor inusual. Sólo Pixar es capaz de transmitir un sentimiento tan humano en personajes tan inhumanos como las máquinas. El hecho de que el diálogo sea mínimo no es, como a mucha gente he oído quejarse, un impedimento para entender lo que se nos quiere comunicar (creo que esa gente jamás ha visto una peli de cine mudo). Bastan los gestos más sencillos para expresar más que con palabras, de ahí el famoso dicho vale más una imagen que mil palabras. Wall-e es un ser único capaz de despertar al más adormilado de los seres, sea artificial o humano.

Hay además, referencias cinematográficas muy claras, como el aspecto físico de Wall-e que recuerda sin dudarlo a "Jhonny 5" de Cortucircuito e incluso a E.T. y otras que no voy a mencionar que parecen verdaderos homenajes a 2001: Una Odiesa En El Espacio. Para cualquier cinéfilo todo un lujo.

El poderío visual del metraje es soberbio, mostrándonos fenómenos espaciales de un realismo apabullante. La renderización de personajes, objetos y demás elementos que constituyen el conjunto son, como siempre, impecables. Y como novedad, la inclusión de algunas imágenes reales de seres humanos (siempre en vídeos) integrados perfectamente con el metraje a ordenador y dándole un toque de realidad sutil.

La excelente banda sonora complementa con efectividad la película, añadiéndole el punto necesario para acompañar a las imágenes que se nos muestran.

El sentido del humor correcto, elegante y de buen gusto. Pixar sabe cómo transmitir una sonrisa y unas carcajadas al público, sea infantil o adulto.

No hay absolutamente nada malo que decir de este film y si hubiera que remarcar algo negativo es que se acabe, porque se disfruta como un niño y pasa volando. Sin duda, un nuevo acierto de Pixar y otro tanto para la Disney, que al final fue inteligente no dejando escapar a la gallina de los huevos de oro.

Para terminar especial mención al corto previo a la película (como es costumbre en cualquier producto Pixar), que recuerda a las peripecias más locas de Mickey, Donald o Goofy. Protagonizada por un conejo hambriento, un mago y un sombrero sospechosamente conocido pero de distinto color... Muy divertido.