jueves, 25 de septiembre de 2008

Libro: PROYECTO A.E. CAPÍTULO 9

CAPÍTULO 9. ACCIÓN EVASIVA.

El grupo miraba con angustia a Violeta llorando a los pies del TET 4 mientras abrazaba a la conciliadora Aurora. Todos estaban muy afectados. Desde que llegaron ya habían perdido a tres compañeros, estaban atrapados en otra época y debían conducir un plan peligroso para intentar sobrevivir. La esperanza es lo último que se pierde, pero algunos ya habían perdido todo. Cuando los ánimos se asentaron un poco y consiguieron que Violeta se tranquilizase y durmiera, Sara y Aarón prepararon el sistema espacio-temporal para recibir los datos que le insertarían tras la triangulación. Mientras, Max y Richard estaban en cabina disponiendo el ordenador de a bordo para la operación.

- ¿Cómo está Violeta?

- No demasiado bien. Desde que llegaron no ha dicho gran cosa. Parece que le ha afectado demasiado. ¿Los conocía bien?

- Raquel fue mi novia durante un tiempo e Ismael era como mi hermano.

- No lo sabía – dijo Max sorprendido – lo lamento muchísimo. Aún así no te veo tan afectado como cabría esperar.

- Bueno, soy un soldado. Ahora lo importante es trabajar para salir de aquí. Tiempo habrá de llorarlos. Gracias a Dios que Raquel me enseñó a pilotar cuando estuvimos saliendo. Suelo hacerlo de vez en cuando como hobby. Este está bastante automatizado como hemos podido comprobar tras el incidente. No me supondrá problema.

Callaron unos minutos. Al rato comenzaron a moverse de nuevo:


- Ya tenemos conexión, comienzo la triangulación – dijo Richard al cabo de un minuto - . Ahora intentaré ver sus ficheros. Muy bien, aquí compruebo los parámetros de su misión… ¿recoger muestras de A.Y.E? ¡Serán cabrones! ¿Por eso quieren hacernos desaparecer?

- Esto no tiene ningún sentido – dijo Max – ¿Éste es el plan de Fleitas? Llevar muestras de A.Y.E. a nuestro tiempo? ¿Qué coño es el A.Y.E. y cómo demonios esas cosas les van a servir para obtener nuevos accionistas?

- Max, las he encontrado – interrumpió Richard - Las coordenadas de vuelta del TET 5. Lo estoy copiando a nuestro ordenador de a bordo. En cuanto estén podremos irnos de aquí sin tener que calcular nada.

- ¡Perfecto! – exclamó Max –

En ese instante el ordenador daba aviso de intruso en el sistema.

- ¡Mierda, nos han pillado!

- ¡Desconecta Richard, desconecta!

- Eso intento Max, pero han bloqueado el sistema para que no podamos hacerlo. ¡Joder!

Max salió corriendo de la cabina como una exhalación y se dirigió fuera del avión. Al llegar allí se encaramo de un salto y no sin esfuerzo a una de las alas del aparato y escaló hasta la parte superior del mismo, corriendo hacia la antena. Cuando llegó a su altura comenzó a patearla repetidamente hasta que quedó descolocada y medio destruida. El ruido despertó a los demás que, interrogantes, vieron como Max bajaba del fuselaje y se internaba de nuevo en el avión. Cuando llegó a la cabina preguntó si se había cortado la comunicación.

- Sí – respondió Richard – pero nos han rastreado y seguramente vendrán aquí. Debemos partir lo antes posible. Los datos se copiaron a tiempo.

- Muy bien, informa a Sara y Aarón de la situación y pásales los datos de regreso. Yo voy a informar a los demás y recogeremos las cosas.

Cada cual se dio la mayor prisa posible y al cabo media hora casi todo estaba listo. La carga de datos al sistema espacio temporal llevaría más tiempo. Aún así subieron a bordo y despegaron, pues debían alejarse de esa posición antes de que los del TET 5 llegasen. Max había tomado el lugar de Ismael como copiloto.

- ¿A dónde nos dirigiremos?

- Ellos están al norte y vendrán hacia el sudeste que es donde estamos aún, así que tomaré rumbo al oeste durante unas horas y luego al norte para despistar.

- ¿Funcionará?

- Espero que sí. Estoy siguiendo mi propio patrón de vuelo porque es evidente que los soldados del TET 5 esperarán una maniobra militar y seríamos muy tontos si hiciéramos algo que ya tienen en cuenta.

- Muy listo. Esperemos que ellos no piensen en que tú has pensado que ellos piensen lo que vamos a hacer.

Max miró a Richard y ambos se echaron a reír con ganas, aliviando cierta tensión. Durante dos horas el vuelo fue tranquilo. Ya ponían rumbo al norte pero por desgracia unas feas nubes en el horizonte amenazaban tormenta.

- Tendremos que atravesarla – dijo Richard –

- ¿Seguro? ¿No podemos rodearla o sortearla ganando altitud?

- No. Abarca demasiado. Mejor la atravesamos a una altitud razonable, si subimos demasiado podríamos perder el rumbo.

Acto seguido cogió el micro de la megafonía de a bordo e indicó a los pasajeros que se abrochasen los cinturones ya que iban a atravesar una tormenta. Sara y Aarón aparecieron 5 minutos después en la cabina y hablaron con Max:

- Ya hemos acabado, los datos están insertados y el destino temporal fijado – apuntó Sara –

- Justo a tiempo chicos.

De repente una sacudida hizo temblar el avión. En cabina las alarmas de peligro no dejaban de sonar y la pantalla del ordenador indicaba enemigo a la cola.

- ¡Joder, son ellos! Parece que al final acertaste Max, han pensado como yo. Sara, Aarón, id a sentaros en vuestros asientos. Esto se va a poner movido.

- Nos tienen fijados Richard, ¡van a disparar de nuevo!

- Atención chicos – dijo por megafonía – abrochaos y agarraros fuerte, el TET 5 nos ataca. Voy a intentar esquivar sus descargas con maniobras evasivas. Deseadme suerte.

Todos se agarraron de los reposabrazos en el momento que sentían como el TET 4 hacía un giro lateral de 180 grados y sus estómagos daban un vuelco. Los misiles pasaron rozando y siguieron de largo, estallando unos metros delante de ellos. Mientras el TET 5 se posicionaba para atacar otra vez, Richard aceleró a velocidad media y descendió colocándose a pocos metros de los árboles que tenían debajo. El otro avión comenzó a descender con el morro hacia el TET 4 y abrió fuego con dos misiles más. Parecía que iban a dar en el objetivo, pero en el último momento éste viro a la derecha de golpe y los misiles impactaron en los árboles. El TET 5 rectificó el rumbo para seguirlos de nuevo. Mientras, en el TET 4 Max y Richard divisaban extrañas figuras que se iban haciendo más grandes según avanzaban. El ordenador de a bordo comenzó a emitir el sonido de la alarma y en la pantalla se leía objetos voladores no identificados, peligro de colisión. Richard comenzó a esquivar como pudo. En escasos segundos evadió uno de los objetos inclinando el aparato 90 grados para posteriormente y por puro reflejo evitar a otros dos en el último segundo. En la parte de atrás los demás miraban por las ventanillas asombrados. Fuera y en paralelo al avión unos animales alados volaban sin problema.

- Pterodáctilos – dijo Ross –

- ¿Son peligrosos? – preguntó Aurora

- Pueden serlo – advirtió Ross – seguramente hemos atravesado su territorio y nos atacarán

- Lo que faltaba. Como si no tuviéramos bastante con el TET 5 – dijo Sara

Continuaron mirando por las ventanillas hasta que uno de los animales viró hacia ellos y chocó con el fuselaje. El golpe desestabilizó momentáneamente el aparato. Richard recuperó el control con rapidez.

- Esos bichos nos atacan – comentó Max - ¿qué hacemos?, seguimos con el TET 5 detrás y nos están volviendo a fijar.

- No te preocupes, tengo una idea – dijo Richard –

Las alarmas comenzaron a sonar de nuevo mientras en la pantalla se anunciaba el inminente disparo de nuevos misiles. Richard aceleró justo en el momento en que el TET 5 volvía a disparar y los Pterodáctilos quedaban justo detrás del TET 4, haciendo que dichos misiles explotasen en la improvisada defensa animal. Al mismo tiempo aceleraron aún más el vehículo distanciándose crecidamente del TET 5 e internándose ya en la tormenta. El avión comenzaba a vibrar por las turbulencias. Aarón apareció en la cabina.

- Chicos, debemos aprovechar para saltar en el tiempo antes de que los del TET 5 nos alcancen otra vez. Los datos están cargados ya.

- Bien entonces allá voy – dijo Max manejando el ordenador – salto en 5 segundos, 4… 3… 2…

De pronto un rayo cayó justo delante de la cabina del avión cegándolos mientras que un segundo caía en la cola. Todos los sistemas se sobrecargaron, saltaron chispas y hubo una fuerte sacudida. Desde el TET 5 sólo pudieron distinguir entre la lluvia dos rayos cayendo muy seguidos, un gran estallido eléctrico y el TET 4 había desaparecido.

Proyecto A.E. copyright © Airam Noda Gómez

1 comentario:

Jackal dijo...

Algo me dice que no han saltado a la época prevista... ^^