CAPÍTULO 38. 6 MESES DESPUÉS.
El Sol brillaba sobre sus cabezas. Olía a carne y especias. El humo de la barbacoa ascendía al cielo. El jardín estaba precioso, un verde esplendoroso llenaba el lugar resaltando las rosas azules que se extendían por todas partes. Violeta se acercó a Max y lo abrazó por detrás:
- ¿Qué tal va eso cocinero?
Max cerró los ojos y sonrió. Le encantaba sentir el calor que desprendía.
- Muy bien cariño, ya casi están.
- ¡Eh, tortolitos! – se oyó decir a Richard desde la mesa-, ¡tenemos hambre! ¡Dejad los arrumacos para luego!
- No seas bestia – dijo Sara abrazando a Aarón-, déjalos que disfruten.
- Ah claro, es muy fácil decirlo cuando estáis todos tan acurrucaditos y yo solo – respondió Richard divertido y sonriendo-
- Podrías tener a la mujer que quisieras – repuso Max a sus espaldas con la bandeja de carnes en la mano-, ¿no sabes que las heridas de guerra las vuelve locas?
- ¿Ah sí? – le dijo Violeta-, ¿y puede saberse de dónde saca usted esa información Sr. Gomda?
Se echaron todos a reír mientras Max se sonrojaba. Eran felices. Habían tenido mucho que explicar a la comisión de la empresa, al gobierno y al ejército. Luego habían podido tomarse unas merecidas vacaciones. Los accionistas de TET SL y el gobierno fueron unánimes al nombrar a Max director del proyecto. Volverían al trabajo en un par de meses. Empezarían a crear una unidad dedicada al estudio de la historia de la humanidad. Se llamarían Viajantes. Pero eso sería más adelante, pensó Max. En ese instante estaba contento y nadie podría arrebatarle su momento.
Proyecto A.E. copyright © Airam Noda Gómez
1 comentario:
Vaya, pensé que este capítulo sería un poco más largo...
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