3 Años Juntos.

Hoy 28 de Enero hace exactamente 3 años que una chica super simpática le dijo a un chico desconocido si no tenía con quién salir ese sábado. Al responderle que no, ni corta ni perezosa me invitó a acompañarla a ella y su amiga a salir de fiesta al Tángara (una discoteca de aquí). El por qué dije que sí sin pensarlo no lo sé. Quizás fuera porque me cayó bien, quizás porque estaba cansado de no arriesgarme un poquito en la vida, quizás porque estaba harto de la gente de internet que había conocido en persona y ya me daba igual... quizás fue una mezcla de todo y de nada al mismo tiempo. Lo importante es que lo hice y fue una de las decisiones más interesantes que he tomado, de la que lejos de arrepentirme, me ha llevado a donde hoy estamos.

Tres años son pocos por un lado y muchos por otro. En mi caso parecen muchos más por las miles de vivencias que he tenido con ella. Pasé de tener una amiga con derecho a tener la persona más importante a mi lado. Lo hemos pasado muy bien y también lo hemos pasado muy mal. Lo que la vida nos da a todos, una de cal y otra de arena, pero que se vive de otra manera cuando lo compartes con alguien que no te falla llueva o haga sol. Juntos hemos madurado y aprendido mucho, tanto de cómo vivir como de nosotros mismos. Es una relación sana donde la palabra prohibición no existe y anular a la otra persona es impensable. Vivimos juntos y nos dejamos vivir. Nos queremos más allá de toda duda y cada uno es capaz de dar lo que sea por el otro. He sido más feliz en 3 años con ella que en tiempos pasados, ya sea sólo o en pareja.

Ayer mismo volví a sufrir un cólico nefrítico y esta vez bastante grave, puesto que no se me alviaba el dolor ni con lo que me mandaron en el de la semana pasada. Hasta que en urgencias no me pusieron metadona, no pude descansar y los espasmos por el dolor eran horribles (imaginad desde las seis de la mañana que me empezó, las 8 que fuimos a urgencias y las 4 de la tarde que salimos. De eso, ponedle que me pusieron la metadona una o dos horas antes de irnos de urgencias). Ella estuvo ahí, cuidándome, sufriendo conmigo, llevándome al hospital... en cualquier otra cirscunstancia habría estado solo, pero la tengo a ella y eso se agradece y se aprecia. Hay muchos motivos para quererla y los más importantes son los que se parecen al de ayer. Ambos tenemos suerte de tenernos el uno al otro y espero que dure muchos años así.

Aquí en pijama, recibiendo un detalle el uno del otro. Así que no os asustéis, en casa siempre se tiene pinta pues de eso, de "andar por casa". Jajaja.