
La verdad es que la revancha estre el verdugo de Superman y éste me resultó bastante decepcionante, algo forzado y carente de real dramatismo. Quizás sea porque es inevitable darse cuenta de que Superman no va a morir, ni siquiera sufrir demasiado, esta vez y de que Juicio Final será vencido. Por tanto ya no impresiona ni ejerce temor de ningún tipo, aunque sea capaz de noquear al mismísimo Darkseid. El tercer encuentro me resultó más estimulante y entretenido. El cuarto algo menos, cosa que el dibujo extrañamente infantiloide y de personajes de tendencias obesas, no ayuda a hacerlo más ameno, aunque sí visualmente curioso. Para concluír, la última historia me resultó bastante interesante, ya que no es un encuentro con Juicio Final, aunque gira en torno a un nuevo aniversario de la muerte de Superman y el cometido de un nuevo periodista del Planet para escribir un especial sobre el mismo tras los redactados por Lois y Clark en su día. Sin embargo dicho periodista no está contento con el tratamiento del tema, así que buscará la otra cara de la moneda: la de aquellos que perdieron seres queridos aquel día que no volvieron ni volverían a la vida como el kriptoniano. Esos que no ven a Superman como un gran héroe, sino más bien la causa de su desgracia, pues su mera existencia provocó que aquella máquina de matar arrasara en su camino hacia el hombre de acero, sus vidas.
En resumidas cuentas, un tomo irregular, aunque en líneas generales me ha gustado.

Este tomo sí que me ha gustado mucho. La historia, los giros y sorpresas orquestadas por Loeb, así como, por supuesto, el espectacular dibujo de Jim Lee.
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