viernes, 3 de octubre de 2008

Libro: PROYECTO A.E. CAPÍTULO 24

CAPÍTULO 24. HAY QUE DETENERLO.

Por la ventana de la habitación, Max observaba a la gente ir y venir, ignorantes del terrible devenir de los acontecimientos que iba a tener lugar en unos minutos. Su mente trasladó sus pensamientos entonces al futuro y se sorprendió a sí mismo pensando en su casa, con sus jardines de rosas azules y sus pinos. Le extrañó acordarse así de su hogar, pues en los últimos años había habitado en las instalaciones de TET SL por obligada cláusula del contrato, evitando así filtraciones sobre lo que allí hacían. Todo eso ahora le parecía tan lejano y absurdo… sus esperanzas de volver se desvanecían poco a poco. Miró el reloj de su muñeca, el cual marcaba las 12 y media. Se giró entonces hacia sus compañeros. Los encontró nerviosos. Como él, parecían perdidos en sus pensamientos. Tan sólo Violeta, que le preocupaba seriamente, parecía estar en constante estado de divagación. Casi ni hablaba y cuando lo hacía era poco lo que decía y sin casi relevancia. Los relojes de los presentes comenzaron a sonar. La una menos veinte. El principio del fin. Desde la calle comenzó a llegarles el ruido de las pitas y el de un choque cercano.

- Ha comenzado. Aún no puedo creerlo – dijo Parker-

- Va ser peligroso salir de aquí, eso está claro – apuntó Aarón-

- Trisón nos dijo que no nos moviésemos. Así que no nos moveremos hasta que regrese. Hasta entonces no habrá problema – zanjó Max-

- ¿No dijo que volvería cuando comenzaran los apagones? – la voz de Sara denotaba inquietud-

- Bueno, pues parece que el hombre del futuro se retrasa. Un poco irónico, ¿no? – dijo sonriendo Ross-

- No creas Ross - se oyó a sus espaldas- Llegué hace más de una hora a este tiempo. Simplemente me he retrasado un par de minutos del momento que dije. Los apagones se han dado hace muy poco.

- ¡Trisón! – exclamó Max- ¿Qué te ha ocurrido en la cara?

Un enorme morado bajo el ojo derecho y un par de cortes en el pómulo habían llamado su atención.

- Es largo de contar y el tiempo apremia. Iré al grano. Regresé a mi tiempo como os dije y fui a explicarles la situación a mis superiores. También quise saber si mis compañeros ya habían regresado del viaje hacia el descubrimiento de Marte. Para mi sorpresa, no se habían presentado aún. Estábamos desconcertados. No es común el retraso en los viajantes…por evidentes razones claro. La cuestión es que me ofrecí a ir en busca de mis colegas y me dieron el visto bueno. Al llegar intenté comunicarme con el búnker, pero no obtuve respuesta alguna. Me adentré en el mismo para buscarlos y por fin los encontré. Estaban muertos.

- ¿Muertos? ¿Pero cómo? – preguntó Max-

Trisón levantó su mano pidiendo paciencia y prosiguió el relato: me quedé muy desconcertado. Me acerqué a los paneles del sistema central para consultar el archivo de video de lo que había ocurrido. Para mi desagradable sorpresa, descubrí que Fleitas era el autor de aquel asesinato.

- ¿¡¡Qué!!? – exclamaron algunos-

- No es todo amigos míos, dejadme acabar. Sorprendido por el descubrimiento no me percaté de lo que acontecía a mi espalda. Por desgracia me giré demasiado tarde. Allí estaba, mucho más joven que como vosotros lo conocéis, pero era él. Me apuntaba con un arma. Durante unos minutos nos quedamos mirando, analizando la situación. Pensé que iba a matarme pero se limitó a decirme que llevaba años sospechando de la existencia de vida en Marte, pero que nunca imaginó lo que había descubierto. Lo sabía todo. Había conseguido acceder a nuestros archivos.

- Un momento. ¿No decías que ese bunker era indetectable para nuestra propia tecnología? ¿Cómo demonios iba él, alguien de una época anterior a la nuestra, descubrirlo? – preguntó Sara-.

- Tiene fácil explicación. Roza el mayor de los absurdos, pero era impebisible. Al aparecer mis compañeros en aquella época, lo hicieron supuestamente cuando aún no se había producido el primer aterrizaje de la expedición secreta de vuestro jefe. Sin embargo parece ser que los datos que teníamos no eran correctos, no sabemos si por error humano o intencionadamente. Dimos por supuesto que la fecha que constaba en ellos era correcta, pero no era así. Vuestro jefe descubrió la nave de mis compañeros en la zona de aterrizaje. Los observó adentrándose en el búnker y sencillamente…se coló dentro. Las defensas no estaban activadas, ni la detección de presencia no autorizada. Por eso se embarcó en la creación del viaje en el tiempo, porque descubrió que era posible. Consiguió copiar planos y conceptos básicos, suficientes como para lograrlo años después. Con vosotros al frente.

Todos se miraron aturdidos por la reciente y confusa información. Sara fue la primera en volver a decir algo:

- Es decir, que si él no hubiera descubierto vuestro búnker ni vuestros conocimientos del viaje en el tiempo no habríamos creado el aparato espacio - temporal y por tanto vosotros no viajaríais en el tiempo. Increíble.

- Las paradojas temporales son una máxima indiscutible. En numerosas ocasiones hemos descubierto que si ciertas cosas no hubieran sido hechas de una manera otras que nosotros veíamos tan normales no habrían sucedido ni existido. El A.E. tiene mucho que ver con una de esas paradojas. Pero si él lo tiene podría alterar el futuro. Debéis detenerlo a toda costa.

- ¿Cómo? Estamos atrapados aquí y nuestra nave quedó echa trizas. No hemos conseguido arreglar el aparato de espacio- tiempo. Es imposible Trisón.

- Ross. Él tiene razón. Hay que detenerlo – dijo Max-. Es hora de que pensemos. Si López está aquí quiere decir que el TET 5 estará aquí. Si conseguimos apoderarnos de él, podremos regresar a casa y pararle los pies a Fleitas.

- ¿Y cómo vamos a hacer eso? Quién sabe dónde habrán aterrizado. Es imposible conocer su ubicación – apuntó Richard-

- Habrán seguido nuestros pasos. Me juego lo que sea a que aterrizaron cerca de nuestro avión. Es lo más lógico si querían averiguar donde estábamos tendrían que buscar pistas desde el origen– conjeturó Aarón-.

- No es descabellado, créeme. Es un buen lugar por el que empezar a buscar – dijo Trisón con una sonrisa pícara-. Yo os deseo suerte.

- ¿Te marchas? – preguntó Parker- Pero me gustaría conocer más sobre tu tiempo, yo soy historiador, como tú.

- Lo siento, es imposible. Ya mucho os he contado arriesgando así el continuo espacio – tiempo. He de volver a mi propio lugar e informar a mis superiores. Tened confianza en vosotros, si nada significativo ha cambiado en mi tiempo, es que lo vais a lograr. Ha sido un placer haberos conocido. Quizás nos veamos en el futuro, aunque lo dudo mucho.

Y sin más, Trisón se encaminó hacia la puerta, dejándolos allí, solos y asustados ante la incertidumbre de su propio futuro inmediato. Mientras, en las calles, el rumor de los ciudadanos anunciaba el preludio de lo que pasaría a partir del día siguiente.

Proyecto A.E. copyright © Airam Noda Gómez

1 comentario:

Jackal dijo...

Interesante paradoja, sin duda alguna.