La verdad es que me he quedado con la boca abierta y no porque Daniel me advirtiese de que esta continuación de El Largo Halloween era bastante más floja, cosa que era de esperar siendo una continuación de una muy buena obra, sino porque casi que repiten fórmula e historia. Obviamente el resultado no sólo es inferior, sino cansino.
De nuevo, Gotham es asolada por un asesino que mata en fechas festivas. Este se hace llamar El Ahorcado, porque deja siempre pegada a su víctima un documento o fotografía relacionadas con el antiguo fiscal del distrito Harvey Dent con el famoso juego infantil como mensaje. Festivo está a buen recaudo y controlado, por lo que no puede ser él. Mientras, Dos Caras huirá de Arkham y seguirá su propio camino junto con algunos de los villanos de Batman más significativos. La familia Falcone intenta resurgir con la hija de Carmine al frente, paralizada en una silla de ruedas gracias a Catwoman. La amistad entre Batman, Gordon y Harvey Dent se ha roto definitivamente, dejando al Caballero Oscuro con la auto-conclusión de que debe seguir su camino en solitario sin contar con el ahora Comisario Gordon. Además, hacia el final, entrará en la vida de Bruce Wayne un niño que, como él en su día, ha perdido a sus padres delante de sus ojos.
Se podría decir que si algo ha conseguido esta obra, además de aburrirme en muchos momentos, es sorprenderme hacia al final, puesto que la identidad del asesino no me la esperaba. De hecho pensaba que sería otra persona mencionada unas cuantas veces durante la historia. Por otro lado, ese final en cierta cueva me resultó un sin sentido y una extremísima casualidad rebuscada.
En fin, que está muy por debajo de su obra predecesora y es una lástima, porque deberían y podían haber planteado una historia totalmente diferente a la anterior, ligada de algún modo sí, pero con detalles de otra manera menos repetitiva y con un enfoque fresco.
2 comentarios:
O sea que no hay que leerla...
Hombre Juls, leerla si quieres sí, pero ya comprarla... Jejeje.
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