Hace ya dos viernes que fui al Servicio Canario de Empleo tras recibir un sms en el móvil para ir a recoger una carta de presentación para, a su vez, hacer una entrevista en una empresa o entidad. Todo eso porque me apunté en el programa de mejora de empleo y además cogí cita con orientadora laboral. Vamos, que mostré interés y la cosa dió sus frutos, porque desde el miércoles pasado estoy trabajando de Aux. Administrativo y en teoría tengo para 6 meses, algo que me ha llegado como un salvavidas justo antes de ahogarse, porque ya estábamos a punto dejar el piso por no poder pagar el alquiler. Si alguien hace un mes me hubiese dicho que conseguiría un curro a través del "paro", me habría reído en su cara. Ahora soy un creyente. XD
La cuestión es, tras la introducción aclaratoria, que allí fuimos más de 40 personas a recoger dicha carta de presentación para entrevistas. Había personas de todas las edades, aunque curiosamente la gran mayoría adultos ya rondando la treintena o superándola. Vamos, que no había muchos niñatos (y esto lo aclaro para lo que viene luego). Supongamos que de 40 (aunque supongo que después de irme pudieron haber muchos más), sólo 20 fueron para administrativo y el resto para otras cosas (y tampoco es que el Servicio Canario de Empleo trabaje más allá de la administración. Creo que también jardineria, ordenanzas, telefonistas... vamos, menos lo primero, casi todo de oficina). Bueno, lo dicho, supongamos que 20 nada más fueran para el puesto de administración. Pues bien, cuando fui a la entrevista ese mismo día (había que llamar para pedir cita), la entrevistadora me preguntó que si había mucha gente arriba, a lo que yo contesté que mínimo unas 40 personas:
"Pues qué raro, contestó ella, porque sólo habéis venido tú y otro chico".
La conclusión lógica que saco es que la gente NO quiere trabajar, al menos no en lo que haya, aún se permiten el lujo de elegir e intentar vivir del cuento. Obviamente estoy generalizando un poco, pero el ejemplo vivido demuestra que se está dando más de lo que debiera en los tiempos que corren. Y encima, no hablamos de niñatillos que pasan de todo como cabría esperar (una amiga pensó, precisamente, que serían personas muy jóvenes por lo inverosímil de lo que le contaba). No, hablamos de adultos hechos y derechos. Y luego se quejan de que no los llaman del paro con todo su morro, cuando saben perfectamente que allí, si no respondes, automáticamente te quitan de las listas para trabajar porque ven claramente que no tienes interés. Hay muchas cosas que no funcionan en el Inem y las entidades públicas en general, soy el primero que critico todo eso, pero si vas rechazando oportunidades cuando te las ofrecen es lógico, muy lógico, que pasen de tí un kilo.
ESTAMOS EN CRISIS. No hay tiempo para remilgos, ni gustos personales, ni tonterías. Si hay necesidad real se curra hasta sin contrato, descargando camiones, a 6 euros la hora, días muy salteados y cuando te llamasen, como estaba yo poco antes de que me saliese esto. De hecho voy a seguir haciéndolo siempre que pueda, porque el dinero hace falta y no hay que cerrarse las puertas a nada. No intento echarme flores, sólo remarco la realidad de las cosas. El que quiere trabajar no va pasando de las oportunidades que surgen, las aprovecha todas. Ni más, ni menos.
1 comentario:
Amén a eso, tío.
Y que no nos falte curro.
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